Explosión [L.T]#2

Capitulo 90.- "Bienvenida a mi mundo"

Me miro al espejo por cuarta ocasión después de que se fue la estilista que me maquilló y me peino. A mi mente viene ese día de mi supuesta boda... ¡no Ten!, ¡deja de pensar en ello!.

Concentrate.

Veo mi rostro y me doy cuenta de que no puedo dejar de sonreír.

Hoy me convierto en su esposa. ¡No puedo creerlo!.

E imaginar que hace apenas dos meses pensábamos que nada duraba para siempre. Pensar que nunca íbamos a estar juntos... que nos sentíamos un Romeo y una Julieta envueltos en una historia llena de problemas que ni nosotros mismos habiamos causado.

¡Que ironía!

Ahora estamos a unos cuantos minutos para jurarnos amor eterno.

De la nada veo su rostro asomarse por la puerta.

Está tan precioso en su traje de novio. Me quedo asombrada al verlo.

Le amo tanto.

Se acerca a mi con paso lento después de haber cerrado la puerta de nuestra habitación. El aire entra por el gran ventanal que da hacia la terraza, creando un ambiente fresco.

-Hola- logra decir cuando esta enfrente de mi, observando cada centímetro de mi rostro, sin embargo, yo solo lo veo a los ojos.

Amo sus ojos, eso ojos que me dan vida, que me causan tantas emociones.

-Hola, amor- nos abrazamos delicadamente. Sus brazos me rodean y puedo respirar su aroma tan varonil.

Suspira pesadamente. Me doy cuenta al instante que su aliento huele a alcohol, dándome la señal que ha tomado de nuevo.

Me preocupa.

Su rostro se dirije al mio y me da un fuerte beso, mordiéndome delicadamente el labio inferior.

Sus besos son impacientes, son...son como si pasara algo, pero no me aseguran nada. Su actitud me preocupa.

Después de aquel beso me dice que me veo tan hermosa, le doy las gracias y además yo también le digo lo espectacular que está.

-Quiero darte un regalo..uhm..ya sabes esa tontería que el novio le da a la novia....

-¿El regalo de bodas?- le interrumpo y él asiente.

-Si, eso es.

Lleva sus manos al interior de su saco negro y saca una caja plateada.

Me la entrega delicadamente y la abro enseguida.

Lentamente lo observo: dos cadenas con dos dijes de hojas.

-Uno es para ti. Espero que te haya gustado.

No se que decir, esto se me hace tan tierno.

-Gracias, Louis- le dedico una sonrisa. Aunque no se que se signifiquen estos dijes en forma de hoja de otoño.

-¿Qué se significan?

-Yo soy la hoja mas grande y la más pequeña, la que esta al costado eres tu.

-Que tierno.- le sonrio nuevamente.

-Me alegro que te haya gustado.

-¿Me la pones?

Louis asiente. Finalmente ambos tenemos el collar puesto, pero al contrario, él lo ha escondido al interior de su camisa.

-¿Lista?, el juez, creo que ya ha llegado.

- Si, vamos.- irradio alegría hasta los poros, hoy es el día.

Salimos de la casa hacia el patio donde esta todo arreglado para casarnos. Por todas partes hay ramos de alcatraces, incluso mi ramo es de ese tipo de rosas.