Capítulo 2

378 30 0
                                    

Era viernes por la tarde noche, ya la semana se había terminado finalmente, tendría todo el fin de semana para visitar Seúl junto con Leia y sus amigos. Desde que llegue aquí no he podido salir a visitar la ciudad y la idea me emocionaba bastante.

Baje por el ascensor hasta el primer piso y al salir del edificio me tope con Siex que estaba entrando.

-¡Vaya! ¿Entrenando hasta tarde?

-Sí, disfruta el fin de semana.- Me apresuré a decir para evitar más contacto pero ella me agarro del brazo antes de que pudiera irme. -No olvides faltar el miércoles, es cuando viene Enhypen.- Voltee a verla fijamente. Y es que estaba harta de recibir ordenes de ella cada vez que nos veíamos. Me solté de su agarre sin dejar de mirarla. -Vendré si quiero.- afirme con dureza. -Y te pido que dejes de estar metiéndote en mi vida, si te avergüenza que te deje mal por mis errores, entonces deberías ser tu la que no venga.- Me abrí paso y salí hacia mi casa. Estaba harta, toda la semana practicando ¿para ser humillada por ella? Nada que ver. Iré a entrenar el miércoles si me entra en gana hacerlo, a fin de cuentas lo que había dicho Leia era muy cierto. Puede que me equivoque pero no tendría por qué sentirme juzgada por Enhypen, ellos seguramente tuvieron muchos errores en su camino al éxito. Equivocarme mi trasero.

---

*Texto de Leia*

-Annyeong  estoy abajo, te espero.

Leído

Cogí mi gorro, un tapabocas y mi chaqueta. Todo listo.

Cerré con seguro la habitación y baje corriendo. Finalmente socializaría con personas de otro estilo de vida. Todos estos meses he interactuado con gente del supermercado, los profesores y trainees, nadie mas.

Me encontré con Leia, agarré su brazo y nos fuimos en gancho hasta el metro.

-Adivina- Le sonreí –He decido ir a entrenar el miércoles.

-¿El miércoles?¿Qué pasa el- hizo una breve pausa. -¿Es el miércoles cuando vendrán?- preguntó sorprendida.

Me detuve en el punto donde nos subiríamos al metro. -Sí, Siex me lo confirmó ayer antes de irme a casa.-

-Pero, ¿qué te hizo cambiar de opinión?- me miró con las cejas fruncidas.

-Estoy harta de ser humillada por ella, además lo que dijiste aquel día me quedo sonando bastante en la cabeza y no creo que su visita sea mayor cosa, seguro nos verán entrenar a todas a la vez y sería en verdad de muy mala suerte que solo se fijaran en mi, es imposible. – Puntualicé.

-Es verdad t/n, ya sabía yo que entrarías en razón. Además no puedes perderte mi confesión a Jake- dijo sarcásticamente. Llego nuestro metro y entramos. Iríamos a un café que conoce uno de los amigos de Leia, me emocionaba la idea porque seguro habrían postres extravagantes, deliciosos y naturalmente, adorables.

---

Al llegar, vimos de lejos una mesa con una chica y dos chicos, uno de ellos se medio paro y movía su mano desesperadamente para llamar nuestra atención.

-Allá están, les caerás muy bien. – Me susurro mi amiga emocionada. Nos acercamos a la mesa y Leia los abrazo a todos de manera eufórica. -Me han dejado olvidada, trio de soquetes.- Uno de ellos contesto -Pero si eres tú la que no sale de ese edificio, entrene y entrene ¿No te cansas?-.

-Para nada, cuando haces lo que amas, se te pasa el tiempo haciéndolo- dijo sentándose. -Ahora, les presento a t/n, la conocí el día que inicio el entrenamiento- finalizó. Yo la mire, no estaba segura de cómo saludar, dos de ellos eran coreanos, y uno era extranjero se notaba.

¿Hago la venia o no hago la venia?¿Doy la mano?¿Les doy un beso en la mejilla?¿o no hago nada?

Antes que nada, presentarme.

-Hola, soy t/n- sonreí cálidamente. Decidí no pasar el limite físico, entonces alce mi mano un poco y la moví lentamente para saludar y seguido a eso me senté al lado de mi amiga. Cada uno de ellos se presento: Yoo Seung, MongTaek y Milo.

-¿Ya ordenaron algo?- preguntó Leia. -Nada, estábamos esperando a que llegaran para ordenar. Hay que ir al mesón a pedir todo.- contestó Milo. -¿Vamos?- se dirigió a él. -Va.

Ambos se pararon y nos dejaron a mi y a Yoo Seung y MongTaek solos.

-Entonces tú también eres trainee, ¿te gusta?- Me pregunto entusiasmado MongTaek. Se notaba de lejos que su personalidad era espontanea, lo que me genero ternura y confianza. -Sí, estoy muy feliz.- Yoo Seung me sonrió pero no dijo nada. -Tienes muy buen inglés- le dije a MongTaek. -Gracias, me he esforzado bastante para aprenderlo, tu podrías enseñarme bien.- sonrió. -Por favor, cuando mencioné algo mal, corrígeme.- Me pidió a lo que yo acepte al instante. Transparente.

A partir de ahí hablamos muchísimo. Leia y Milo llegaron con las cosas y pasamos un buen rato conociéndonos, había agarrado mucha confianza con MongTaek – él me contaba muchas cosas de los coreanos y sus costumbres y tradiciones mientras que yo le contaba lo que era ser trainee y las costumbres de mi país. En cuanto a Yoo Seung, ella era de muy pocas palabras pero cuando comentaba algo nos hacía reír a todos. Y Milo, no cruzamos palabras casi pero había cierto suspenso en él. Visitamos Hongdae, tomamos fotos y comimos hasta reventar. Al finalizar el día, fuimos todos al metro para despedirnos e ir a nuestras casas. En el camino Milo se me acercó.

-No hemos podido conocernos bien tu y yo.- señaló. -¿Quieres que me presente formalmente?

Lo mire mientras caminábamos. -¿Formalmente?-, -Sí, ya sabes, nombre completo, edad, de donde vengo, qué hago con mi vida y esas cosas- rio al finalizar. Tenía una risa contagiosa.

-Bueno, yo no haré eso, pero si tu quieres intentarlo, adelante.

-Vale, no diré todo. Mi nombre ya lo sabes, mi edad es igual a la tuya según lo que nos dijo Leia, y vengo de Francia, estudio y trabajo.- Lo miré. -Que conciso, ahora se que no es necesaria tanta formalidad entre nosotros.

-No, espero que podamos llevarnos bien- confesó. Ya habíamos llegado al metro. -Yo espero igual Milo.- respondí cálidamente con una sonrisa y busque con la mirada a Leia que venia detrás de nosotros. Nos despedimos todos, para mi no fortuna, yo era la única que iba hacia la dirección contraria que los demás entonces tuve que coger otro metro. Entré en el pero antes de que las puertas se cerraran escuche mi nombre.

-¡t/n!- volteé. -Espera.- se acercó Milo hasta quedar en medio de las puertas evitando que se cerraran. -Prestame tu celular- Quede atónita y se lo entregue sin pensarlo. No paso más de un minuto cuando me lo devolvió. -Me agende en tus contactos. Si necesitas algo, escribeme, puede ser dificil aún para ti familiarizarte con las cosas.- Apuntó sonriendo y sin más, salio y las puertas se cerraron. No pude decir nada, ni gracias

Al llegar a casa, recibí una llamada: Número desconocido.

*Llamada*

-¿Annyeong?

-Vaya, creí que era mentira

-¿Ah?

-Soy yo, Milo. Le pedí tu número a Leia pero no quería darmelo porque dijo que te enfadarías y pensé que este era erroneo. No te enfades, se lo pedí en buena fe, quería tenerlo por si no puedo contactar a Leia.

-Ah, claro. Está bien, de todas formas ibas a tenerlo si te escribia para algo

-Es cierto, ¿Llegaste bien a casa?

-Sí, acabo de entrar

-Que bien, hablamos luego, encantado en conocerte t/n.

Extraño pero lindo pensé.

-Pienso igual Milo. Colgué.

and you just.. - heeseung & túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora