Kim Taehyung y Jeon Jungkook, dos chicos algo diferentes de parte de familias ricas, dos simples chicos con unas grandes cosas por enfrentar. Claro, no todo es color rosa, menos si nos ponemos a hablar de sus "perfectos" familiares, o al menos, eso...
Estaba tirado en la cama, sus ojos no mostraban ese brillo de siempre y estaban completamente rojos del llanto, junto a unas ojeras bastantes notables y unos cuantos golpes tanto en su cara como todo su cuerpo. Lloraba y lloraba sin cansancio, esos golpes que duraron un rato largo lo dejaron sin ganas de dormir y solo llorar toda la noche. Sus manos estaba lastimadas con cortaduras de vidrio, sus piernas llenas de moretones, su labio roto y estaba más débil que nunca, apretaba las sabanas con sus manos temblando y con el terror de volver a salir afuera en donde estaba su padre. Eran las 7:34 de la mañana y debía prepararse para la universidad que tenia a las dies, cosa que todo diría, ¿por que tan temprano? No solía dormir siempre bien, así que a esa hora se levantaba y de paso aprovechaba para ver como ocultar los golpes que tenía.
Movió sus piernas y se levantó, mirando las cortinas blancas de su ventana que tapaban el lindo día que había hoy, sonrió leve al ver un lindo pajarito parado en su balcón, al rato se paro con un poco de dificultad al mareo y se dirigió al baño para darse una ducha y poder lavarse los dientes.
Una vez lo hizo, salió con sus pelos castaños despeinados y con la toalla en la cintura, yendo hacia su placard. Estando ahí tomó un jean negro ajustado, una remera color mostaza, las zapatillas color blanco y por último una campera del mismo color que los jeans para que no se noten sus golpes. Agarro sus cosas y las metio en su mochila, fijándose de no olvidarse de nada. Se quito esa duda y estaba todo bien, para luego bajar a desayunar alguna cosa simple como chocolatada o una leche con galletas.
Bajando de lo más normal, encontró un pedazo de vidrio en el piso... Y era justo el mismo de la botella que había roto él papá del de cabellos castaños en el piso, con un poco de sangre.
Se quedó algo pensativo pero lo ignoro, solo yendo por la escoba y una de las palitas para quitar eso molesto tirado en el piso.
Terminó de barrer esa pequeña parte y siguió con lo suyo, haciéndose una chocolatada caliente y agarrando sus galletas favoritas, ¡dios! Las galletas con chispas de chocolate eran las mejores, y si decían lo contrario estaba el menor para callarles la boca, nadie se metía con ellas.
Miro la mesa de mantel de color olivo y se sentó ahí, apoyando sus cosas mientras que miraba el reloj que marcaba ya las 8:23, aun quedaba un rato largo para ir así que no se preocupaba mucho, más que nada por que tenías unos cuantos planes sobre que haría hoy, entre esas: salir con Yugyeom su crush.
Había hablado últimamente con él y quedaron en verse en un restaurante, solo por ganas de conocer al otro. Todos sabemos que Kook era el que más quería conocerlo, esto era la misma gloria en solo pensar de salir con la persona que le gusta.
Al salir de la universidad iría con este y a la vez ahora debía ver sobre sus tareas, tenía una sola atrasada y en ese poco tiempo que tiene podía hacerla, no era mucha.
Así que solo se decidió y sin dudarlo fue corriendo a buscar su mochila.
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