Tsukishima Kei One Shots

Will you marry me?

Tenía hambre, sueño y se moría por una galleta de la cafetería, a la cual se negaba a entrar, porque si lo hacía iba a comprar con el dinero que estaba ahorrando para sus materiales, estaba cerca y no necesitaba esa galleta

Ni si quiera era almuerzo, sólo carbohidratos y azucar, ya habia almorzado, pero la galleta se veía bien y estaba tan sola ahí, el dulce le daría energía y

No, no necesitaba esa galleta

Quería quejarse con alguien del asco que eran las clases, pero no le veía sentido en hacerlo, todos lo sabían y todos tenían sus propias quejas, era un gusto que personal el quejarse, pero esta vez no lo haría, estaba cansada para hacerlo y todo su grupo de clase estaba dando un examen de recuperación

La Universidad era un asco, ella lo sabía desde antes de ingresar, pero también sabía que había algunas cosas cool que rescatar, como el chico rubio que estaba sentado a unas mesas de la entrada a la cafetería, en donde ella seguía parada, negándose a entrar pero seguir contemplando a la lejanía la galleta

Le saludó con la mano vagamente cuando vió que volteo en su dirección, él se veía genial, cabello rubio, sudadera cool, lentes cool, sólo algunas ojeras en su rostro era lo máximo que se le podría criticar, pero para ella le eran normales verselas a diario a Tsukishima

Iba a seguir caminando, pero vió como el grupo de chicos que lo rodeaban comenzaron a palmearlo en la espalda y decirle cosas que no oía pero seguro eran buenas, porque sonrreian y lo felicitaban, al rubio pudo importarle menos, rodando los ojos en fastidio, pero un chico en particular le dijo algo al oido, que hizo respingar al rubio de su asiento

Él trató de replicar por lo bajo y luego frunció el señor en respuesta, al parecer él perdió y la estaba viendo en búsqueda de ayuda, la cual no se la dió, se quedó en su sitio riendo un poco viendo como los demás al parece le insistían con lo mismo

Recargó energías con la burla a su amigo rubio, así que ya tocaba irse, talvez a buscar algo para comer, más barato y de una máquina expendedora

-Oye ______-

Fué la voz del rubio que se oyó por toda la cafetería, ella tardó un momento en razonar que ella se llamaba _____ y la estaba llamando

Al parece todos lo notaron ya que bajaron el tono de sus murmullos viendo a ambos, todos conocían a Tsukishima Kei, jugador de voleibol profesional, estudiante destacado de la Universidad, guapo, alto y el amor platónico de muchas chicas que lo veían inalcansable

Pero la realidad era otro Tsukishima era un estudiante que se concentraba en sus estudios, no era muy participativo en clase, las pocas veces que lo hacía era para corregir a sus compañeros o contradecirlos por sus errores, destacaba más en los trabajos escritos e individuales y a veces compañeros lo acompañaban, él no se molestaba en apartarlos era indiferente a ellos mientras no sean molestos

Ella por su parte entró a la cafetería acercándosele, no esperaba encontrárselo hoy y menos que varios ojos la siguieran esperando saber las palabras del rubio

-Que?-

Fué la respuesta más vaga y concisa que pudo decir, al igual que su voz neutra, algunas voces empezando a murmurar, que no era posible que ella tuviera el "honor" de que le haya dirigido la palabra y responda una sílaba, para ella ya era normal hablar con Tsukishima

Se conocían del primer día y empezaron a hablar rápido, no eran completamente cercanos porque no solían verse seguido, estaban en direntes carreras y facultades pero eran buenos amigos

-Te casas conmigo?-

Fué lo único que se oyó en la cafetería, ahora si todos se habían callado talvez por la impresión de lo serio de esa frase y lo banal de la situación estando en una cafetería, o porque no terminaron de procesar lo dicho por el rubio