shit week

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Algo que Tsukishima odiaba, era la impuntualidad de las personas

En sí odiaba muchas cosas, más si se trataba de tratar con personas que consideraba molestas, las cuales eran la mayoría de compañeros con los que le tocaba trabajar, siempre habían personas que no les importaba hacer esperar a los demás y tener el descaro de justificarse

Patético

Simplemente era eso, pero cuando comenzó a salir con _____, aprendió que tal vez esperar no era tan malo, podía calmar sus nervios antes de verla, sabía que en verdad no lo hacía con mala intención y el rato que pasaban después de su tardanza, era realmente agradable y justificaba su falta

La impuntualidad era algo que lo molestaba, pero su novia era alguien a quien quería, así que el efecto positivo contrarrestaba el negativo

Así que estaba en la puerta de la casa de ______, esperando ya cinco minutos después de haber tocado el timbre, sabía que la fémina lo había oído, después de tres minutos de estar tocando y después de dos se había dado cuenta que era él, por lo tanto seguía esperando afuera, mientras oia como ella gritaba que las cosas estaban tiradas, el lugar era un asco, y que tenía hambre

Tsukishima soltó un suspiro negando con la cabeza levemente, era sábado eran las 9:10 am y lo más probable era que ______ recién se había levantado, se había olvidado que el vendría a las 9:00 am y recién estaba ordenando el desastre que hizo el día anterior

- Hola -

Fué lo primero que oyó al ver la cara de la fémina, tenía sus ojeras marcadas por recién haber despertado, seguía con su pijama de tirantes y short además de estar descalza, el rubio confirmó su suposición anterior

Así abres la puerta, y si era un extraño el que te veía en pijama - fué lo que dijo el rubio al acercarse, pasando su brazo por el hombro de la chica y adentrarse a la vivienda juntos, su pijama era descubierta y no sabía si alguien en verdad los estaba viendo

Ya cállate son las 9, se agradecido que te abrí la puerta - dijo ella algo cansada para reclamar, abrazándolo por completo, hundiendo su rostro en el pecho de Tsukishima que ahora le parecía tan suave, podría seguir durmiendo, así que lo disfrutaba cerrando sus ojos

Ayer te escribí si podía venir y dijiste que estaba bien, incluso tu propusiste la hora - dijo el burlándose un poco, era cierto, el tuvo la iniciativa pero ella lo concretó y aceptó

Entonces no reclames mi pijama - dijo ella desde su lugar lo más cómoda y vaga posible, no había tenido un momento de calma a solas con el rubio en toda la semana, estar cansada pero no impediría disfrutar el momento

No pensé que ya llegamos a la etapa en donde ya te apareces en pijama, sabes eso no es muy presentable de tu parte - dijo el rubio, es cierto cuando la vió lo sorprendió un poco y su primera reacción fue empujarla dentro de la casa, no tuvo el valor de mirar su cara sin avergonzarse un poco, él ya era maduro y sabía cómo era ella, a veces imprudente, otras indiferente con las acciones que puedan ser mal vistas, pero no le importaba, ella podía seguir haciendo lo que quiera y él seguiría siendo el mismo novio que la abrazaba con más confianza que antes

Me voy a cambiar, trae gaseosa del refri, hay frituras en la alacena, chocolates es la gabeta y mi mamá dejo sándwich hechos la semana pasada en la mesa, te espero arriba - ordenó ella demandante, talvez por el cansancio, talvez por el hambre, pero aún seguía pegada al torse del rubio, parecía que no se iba a ir hasta que el rubio lo hiciera por ella

Eso no es desayuno tonta - dijo él en reclamo, la había visto comer cualquier cosa en cualquier momento sin importarle nada, tonta

La gaseosa es de naranja, las papas son tubérculos, el chocolate es cacao y el pan se come en la mañana, no insistas y apúrate - dijo ella sin importarle los reclamos, era fin de semana comería lo que quería

Tsukishima Kei One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora