XII

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El silencio recorría la sala por completo y los pequeños se encontraban durmiendo en el cuarto del Bakugou menor (Katsu), ambos omegas miraban de reojo a los alfas que se encontraban platicando en el balcón y por un momento el pelirrojo giró la cabeza volteando a ver hacia dentro de la sala ¿De qué demonios estarán hablando?

Ambos alfas entraron casi arrastrando sus pies por el suelo y cada uno se sentó al lado de su pareja, el pelirrojo simplemente decidió abrazar a su lindo omega rubio mientras él rubio cenizo se tumbó completamente dejando caer su cabeza en las piernas del bicolor y éste simplemente se limitó a acariciar sus rubios cabellos, se agachó hasta su frente y le dio un beso para tratar de darle su apoyo, no tenía idea de porqué debía apoyarlo pero sabía que necesitaba su apoyo, lo sentía en su enlace y por la manera en que se comportó en cuanto recibió aquella llamada.

*Flashback*

— Bueno... — apretó el agarre que tenía con su Alfa — lo que paso fue que...

La oración no pudo ser completada debido a una llamada que el rubio recibió en ese preciso momento. El alfa revisó su teléfono y al ver de quien era la llamada le dio una mirada a Kirishima, este de inmediato supo que debía seguirlo, con un "con permiso" ambos se fueron hacia el balcón y los omegas simplemente pasaron a tomar asiento en los sofás de la sala esperando por sus esposos en total silencio mientras de vez en cuando se cruzaban sus miradas.

*Fin del Flashback*

— ¿Todo bien, Kats? — preguntó el bicolor mientras entrelazaba sus dedos en aquel revuelto y suave cabello de color rubio cenizo.

— Uh huh, todo bien — soltó, cerro sus ojos por un momento mientras sentía como los delicados y largos dedos de su omega se paseaban por su alborotado cabello intentando darle de alguna manera la sensación de que todo estaba bien, y de alguna manera estaba funcionando — cierto, aún no les hemos dicho cómo nos fue con la alienígena — recordó, desviando su mirada hacia la pareja de enfrente.

— Lo sabemos — dijo el omega rubio con una sonrisa en su rostro — simplemente los dejábamos disfrutar su momento antes de que los empezara a bombardear con preguntas — guiño un ojo.

— Bakubro ¿Qué paso en la consulta? ¿Qué les dijo Mina? — preguntó un kirishima muy curioso de saber si será tío de nuevo.

El rubio cenizo se levantó de las piernas de su bicolor para acomodarse junto a él, entrelazo sus dedos con los de éste para después subirla hasta su rostro y depositar un beso sobre la sortija de matrimonio. El bicolor con un tenue sonrojo en su rostro solo se limitó a sonreírle, desviaron sus miradas hacia la pareja que parecía boquiabierta por tal demostración de afecto para simplemente escucharlos decir: "seremos padres".

Rápidamente el omega rubio se lanzó sobre su mejor amigo para abrazarlo fuertemente, el rubio se puso de pie mirando a un pelirrojo que parecía un perrito meneando la cola por abalanzarse sobre su dueño, pero debía esperar su autorización, él rubio solo rio ante tal imagen y dijo "solo por esta vez". Esas palabras fueron una bienvenida hacia aquel pelirrojo que abrazo al rubio en señal de felicitación.

— ¡¿Voy a tener un hermanito?! — se escuchó aquel grito de un menor en pijama de pollitos mientras corría directo hacia donde se encontraba su madre — mamá, mamá ¿realmente tendré un hermanito? — preguntó con la mirada llena de ilusión mirando a su madre asentir con una sonrisa — ¿En dónde está? ¿Cuándo llegara?

-—Tu hermano está aquí dentro — dijo el rubio cenizo mientras se inclinaba junto a su cachorro, acariciando el vientre aun plano de su omega. Soltó una carcajada al ver la mirada confundida de su pequeño y el sonrojo de su bicolor — él o ella aún es muy pequeño, como un frijol, por eso debe estar dentro de tu madre para que ella cuide de ese pequeño frijol hasta que crezca lo suficiente y ya no quepa ahí dentro.

Mi lindo esposoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora