Capítulo 5

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Langa estaba en la línea de partida acompañado de sus amigos mientras esperaba a su contrincante, de repente apareció un helicóptero sobre ellos que era iluminado por luces rojas, desde esa distancia alguien saltó abriendo un paracaídas, el nombre de "Adam" se escuchaba en todas partes, en gritos emocionado y en susurros con un tono de desagrado, entonces esa persona era verdaderamente famosa en aquel lugar, el hombre recién llegado se acercó a Langa.

-Ya que somos los únicos finalistas he decidido darte un trato especial... Snow- ese apodo fue el que las persona de "S" le dieron después de su primera aparición. Las luces rojas del helicóptero pasaron a ser azules, iluminando un lugar que a simple vista era demasiado peligroso, un gran acantilado con una gigantesca brecha antes de llegar a la línea de meta, sin duda este sería el reto más peligroso en la vida de Langa. - Espero no sea demasiado para ti, pequeño muñeco de nieve.

-Está justo a mi medida, Adam. - Langa parecía tranquilo, demasiado tranquilo, al sonido del silbato ambos comenzaron la carrera, iban parejos, pero los juegos sucios de Adam comenzarán a mitad de la carrera.

Mientras tanto en el hospital Reki miraba débilmente por la ventana, la débil luz de la luna que lograba colarse entre las cortinas parecía ser suficiente para él, intentaba hablar, pero sabía que su voz ya no saldría, sus lágrimas resbalando por sus mejillas dijeron más que mil palabras, estaba triste y preocupado, sabía que Langa no se enfrentaba a cualquier persona, pero quería confiar en él. Lentamente movió una de sus manos, para limpiar las lágrimas que seguían corriendo por sus pálidas mejillas; hacía unas horas había hablado con Langa y sabía que probablemente sería la última vez que el chico podría escuchar su voz.

Volviendo a la carrera, sorprendentemente Langa llevaba la delantera, muchas personas lo gritaban el nombre de "Snow", Cherry y Joe estaban preocupados por la vida del joven chico, Miya trataba de contener sus nervios, sus manos temblaban y sudaban hasta que Takashi apretó suavemente su mano llamando su atención.

-Estará bien - susurró el castaño y Chinen no pudo hacer más que solo asentir.

-Eso espero... - en una de las gigantescas pantallas observaron cómo Langa apenas logró cruzar la primera brecha, el siguiente obstáculo era un camino con picos de piedra, era un espacio demasiado estrecho que con suerte lograban pasar ambos a la vez, pero teniendo a alguien como Adam de contrincante era como elegir el suicidio, aquel hombre no mostraría compasión.

Al llegar a la mitad del camino, en ese punto donde nadie podría auxiliar a ninguno de los dos, Adam finalmente comenzó a jugar demasiado sucio, golpeó repetidas veces la patineta de Langa hasta llevarlo a la orilla del camino, Langa miró hacia abajo, cúmulos de piedras y una caída de varios metros era lo que le esperaban, tenía claro que si llegaba a caer no sobreviviría, pero correría el riesgo, intentó contraatacar a Adam pero terminó perdiendo el equilibrio, cayendo así por el borde de aquel precipicio, al mismo tiempo en aquel silencioso hospital solo se podían escuchar los gritos desconsolados de una madre que pedía que salvaran la vida de su hijo, un infarto se llevaba la poca esperanza y tiempo que le quedaba al pelirrojo, no quería rendirse, a pesar de sus palabras llenas de negatividad jamás quiso morir, pero no le quedaba de otras más que aceptar su destino lo tenía claro, pero ahora quería pelear contra lo que fuera solo por salvar su vida; pero hubo un momento en el que todo se detuvo, sus ganas de seguir peleando se desvanecieron en el aire, y un débil suspiro escapó de su pecho, ya no tenía nada por lo que seguir peleando, de alguna manera sabía que su otra mitad estaba muriendo al mismo tiempo que él.

Langa cayó por el precipicio, la caída claramente le provocó una serie de fracturas de las que era casi imposible recuperarse, además de haberse golpeado la cabeza con una de las grandes piedras que yacían debajo de él. Todo era oscuro para él, hasta que logró escuchar una alegre voz, sintió la calidez en su pecho.

-Es hora de irnos, Langa...

-Re..ki... - aún con las pocas fuerzas que le quedaban logró pronunciar algunas palabras, sus ojos estaban entrecerrados pero ya no podía ver nada - Des...pués de... todo - tomó un poco de aire acto que solo logró hacer que sus pulmones dolieran - Siempre... Fuiste... Mi alma... Gemela - dejó escapar su último aliento, tomó la mano que el pelirrojo le extendía, haciendo así que ambas siluetas se desvanecieran.

Sin embargo todos los espectadores entraron en un estado de shock, Kaoru llamó a una ambulancia, mientras Adam llegaba a la meta sin importarle un bledo el crimen que acababa de cometer. Todas las personas se fueron, Joe le pidió a Shadow que se llevara los chicos, ellos se encargarían del asunto. Cuando la ambulancia llegó un equipo de rescate se encargó de sacar el cuerpo inerte de Langa, si no fuera por los raspones y la espantosa cantidad de sangre en él, podrían jurar que solo dormía, los paramédicos dieron la noticia de que había fallecido, mientras ellos se encargaban del chico, el comandante comenzaba su interrogatorio.

Al día siguiente ambas familias se encontraban en el cementerio, después de todo sus sepulturas estaban una al lado de la otra, personas con corazones destrozados, dos madres llorando por la muerte de sus hijos, amigos que perdían a dos personas tan hermosas. Al medio día todo había terminado y volvían a casa, aquel cementerio estaba completamente en silencio.

Finalmente llegó el día, Langa.

Ahora podremos ser una sola alma, Reki.

-Fin-

|SOULMATES| RengaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora