XIII

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-Jinyoung -repetí. La sangre de Jackson comenzaba a hervir y su conciencia se veía nublada de la ira- ¿Qué hiciste?

-Jack, ahora estás un poco sensible, será mejor que hablemos más tarde- sin darle tiempo a los reclamos, Jinyoung comenzó a alejarse a zancadas, mientras Jackson luchaba por seguirle el paso.

Se acercaban cada vez más al estacionamiento del campus y Jackson estaba a punto de atrapar a Jinyoung cuando una silueta conocida apuñaló sus ojos como dagas. Era Shien. ¿Qué hacía esa perra aquí? Ahora no era momento de distraerse, así que ignorando la presencia de aquella llamó a Jinyoung.

-¡Park Jinyoung! ¡Para ya joder!-el nombrado ni siquiera se inmutó. Jackson logró alcanzarlo, aporreando el cuerpo del contrario contra un automóvil estacionado; la alarma comenzó a sonar, llamando la atención de todos quienes se encontraban alrededor.

Mientras tanto Shien siguió su camino hacia la oficina de Mark. A unos centímetros de tocar la perilla se detuvo para acomodar su melena que caía como cascadas sobre sus hombros. Sin más se adentró a la oficina con el paso elegante que la caracterizaba.

-Markie -se introdujo con presentación escandalosa atrayendo la atención del contrario, quien mantenía los ojos hinchados y llorosos. Shien estaba sorprendida, nunca había sido testigo de la debilidad varonil. Y ahora, el hombre quien menos pensó ver roto, estaba frente a ella, con las pupilas aguadas y la cara en una forzada mueca tratando de contener las lágrimas que hacían caso omiso del esfuerzo del hombre. -¿Qué que te ha pasado? -con sumo cuidado, la mujer se acercó a Mark y acomodó los cabellos que caían sobre la frente del otro. Mark no contestó, se dedicó a llorar cada vez más conforme la mujer acariciaba su espalda y abrazaba sus cuerpos- mira cariño, yo no se que te habrá pasado, pero aquí estoy, puedes contarme lo que sea.

-Yo -la voz de Mark se escuchaba ronca, y su cuerpo se despegaba lentamente del abrazo- tuve que terminar con Jackson, no se, no debí hacerlo -hizo una pausa pues sus lágrimas comenzaban a asomar- tenía mucho miedo y luego cuando el me encaró no pude decirle nada- las lágrimas de Mark resbalaron por sus mejillas.

¿Entonces todo esto ha sido el?, la mujer se separó bruscamente de Mark, se sentó justamente frente a el, sobre el suelo.

-No me habías contado que eran algo. Ja. -Los ojos de Shien brillaban de furia.

-Eso no es importante ahora- dijo Mark. ¿Acaso estaba menospreciando sus sentimientos? ¿Por qué? Mark nunca había sido así con ella.

-Pero nosotros nos vamos a casar - Mark la miró, asesinandola con el fuerza de sus ojos.

-No me digas estupideces ahora, mierda, todo esto pasó por tu puta culpa.

-¿Qué? -la pregunta salió como un susurro, Shien no sabía que es lo que Mark había descubierto y entonces estaba nerviosa.

-¿Por qué mierda vas por ahí diciéndole a la gente que soy tu jodido novio? -Shien palideció.

-¿Vas a creerle cualquier cosa a ese crío?

-¿Cómo estás tan segura de que fue él quien me lo dijo?- Mierda la había cagado.

-Mark, yo...

-¿Mark qué? Eres una puta sínica, ¿piensas que después de intentar poner a mi novio en mi contra podrías venir y ocupar su lugar? Nunca te querido, toda la vida te utilizado para coger, ni siquiera porque lo hicieras bien, fue porque te has pegado a mi como una asquerosa sanguijuela y aunque he tratado de hacerte entender, sigues aquí, haciendo estas estupideces. ¿Sabes qué pasó por culpa de tus ridiculeces? -Shien estaba llorando, su aura elegante se había subyugado a Mark, si el decidía golpearla, ella lo aceptaría, con tal de que Mark no se alejara- te lo diré. Mientras trataba de arreglar la muerda que hiciste un puto crío estaba tomándome fotos escondido en un maldito arbusto, ahora por tu maldita culpa, debí decidir entre mi trabajo o el. ¿Y ahora vienes a decirme que nos vamos a casar?- las venas de Mark se marcaban en su cuello, dejando en evidencia su furia- sal de mi maldita vista ya mismo, te tengo un asco que no te imaginas.

-No, Mark, no puedes dejarme, nos vamos a casar, ese tipo sólo es gusto pasajero, entiendo que quieras experimentar pero es momento de que pares- la mujer sonaba desesperada y por su posición fácilmente podrían decir que se aferraba a las piernas de Mark.

-¿No entendiste? Nunca fuimos ni seremos nada. ¡Largo! -la última palabra fue gritada con tanta fuerza, que la gente de los pasillos pudo escucharla. La puerta se abrió dejando ver a Jackson.

-Mark, tranquilo -espetó Jackson- Esta bien, sólo ignorala- Mark se alejo de Shien, quien se levantó mirando con odio a Jackson, susurró algo para si misma- ¿Qué dijiste?

-¡Maldito hijo de puta, muere!- la mujer tomo una estatuilla de metal sobre el escritorio de Mark y la lanzó a la cabeza del menor, este último calló sentado al suelo por el impacto, su frente comenzó a sangrar y Mark tomó por los brazos a la mujer para que no pudiera lanzar nada más, mientras esta se retorcía entre los brazos del mayor- ¡Sueltame! -con fuerza Mark la empujó fuera de la oficina.

-¡Largo de aquí!- Mark se acercó a Jackson para cuidar de el.

- Mark Tuan, tu el nunca estarán juntos, te lo prometo, ¡serás mío!.

Mark simplemente ignoró las palabras de la mujer, mientras clavaba los ojos en ella hasta que se retiró. La herida de Jackson debía ser suturada.

Shien caminaba como el mismo diablo por los pasillos de la Universidad. Mark sería de ella, Mark sería de ella, ¡Mark sería de ella!. La luz del sol se hacía más fuerte conforme se acercaba al estacionamiento, a unos cuantos metros de ella, estaba un chico, limpiando la sangre de su rostro con pequeño pañuelo empapado de sangre. Era el mismo al que Jackson había estado persiguiendo. ¿El le había hecho eso?, si Jackson había golpeado al chico, sólo podía significar que lo odiaba. Para derrotar al enemigo, debes ser amigo del enemigo de tu enemigo. Shien se acercó al chico extendiéndole un pañuelo limpio.

-Me llamo Shien, soy novia del profesor Mark Tuan.

Teacher's Pet🐾; MarksonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora