Teacher's Pet🐾; Markson

XIX

Cada momento de la vida es efímero. Efímero, que sólo dura un momento y se va. La despedida del latir de tu corazón es efímera. Al igual que cuando al fin podemos dormir, no nos damos cuenta de que morimos, por que nuestro pasó por el mundo termina siendo efímero. Incluso el momento en el que Mark trataba de consolar a Jackson mientras estaban sentados sobre el mueble de su apartamento, se volvía efímero, y ambos, no se darían cuenta de la importancia de disfrutar cada momento, por que al final sólo vendría un momento y luego se iría.

Mark acariciaba el blanquecino rostro de Jackson mientras este mantenía los ojos cerrados. Aunque Jackson parecía estar dormido, no lo estaba en realidad, las suaves manos de Mark recorrían la piel de su rostro y una mezcla de emociones en su interior debatían sobre sentirse mejor por la cercanía del mayor o salir corriendo en busca del perdón de su madre.

Para una persona con problemas de apego, como Jackson, era difícil separarse de su madre, de su figura de apego, de hecho, casi imposible, sin embargo, mientras más tiempo pasaba enredado en las caricias de Mark, comenzaba a pensar que en realidad su figura de apego no era quien pensaba. 

¿Qué pasa cuando un estudiante convierte a su profesor de aula en su figura de apego? 

Jackson tenía la respuesta. Perdería a su familia, su mejor amigo lo sabotearía, una escuela entera se pondría en su contra, sería acosado por una mujer loca y viviría de las caricias del hombre que sería el culpable de todos problemas, y el principal problema sería su corazón.

-¿Estás dormido?- preguntó Mark sin esperar una respuesta en realidad.

-No puedo hacerlo- respondió Jackson sin abrir lo ojos- tengo tantas cosas que arreglar, no quiero que mamá me odie.

-Solo dale un tiempo- consoló Mark sin dejar de acariciar el rostro ajeno, recorriendo la curva perfecta en la nariz de Jackson- mientras todo sucedía, pude notar como le dolía tener que echarte, probablemente ahora no lo entienda, pero estoy seguro de que en algún momento te entenderá y aceptará, ella te ama, sólo tienes que darle un poco de tiempo.

Jackson no respondió, simplemente soltó un suspiro pesado.

-Jackson- habló Mark y el mencionado hizo un sonido con la garganta para indicar que siguiera hablando- no me abandonaras cuando sientas que todo está yendo mal ¿verdad?- Jackson rió por lo bajo.

- Mira quién habla - bromeó

- ¡Jackson!-  Mark hizo un pequeño berrinche haciendo reír a Jackson. Amaba ver a Mark subyugado, se sentía como algo que sólo el podría ver. Jackson se reincorporó sobre el mueble y se acercó lo suficiente como para notar cada hermoso poro de Mark.

-Nunca te dejaré, ni ahora ni cuando seamos unos ancianos con el pelo blanco y la piel derramada, incluso estaré junto a ti cuando no tengas dientes y tengas que tomar en biberón, me aseguraré de cambiarte el pañal de adulto cuatro veces al día y te pondré mucho talco para que no se te maltraten las pompas. No te dejaría por nada en el mundo, ni siquiera por lo que más amo.

-Realmente no se si golpearte por describir tan humillantemente mi vejez o besarte por ser tan romántico.

-Definitivamente deberías besarme- dijo Jackson para ser arrastrado por Mark para besarlo. La manos de Mark enrredaban el cabello del contrario, haciendo presión en sus labios.

La manos de Jackson acariciaban amorosamente el abdomen de Mark alzando levemente la camisa de este, sintiendo la suavidad de su piel y lo calida que estaba debido a la ropa que llevaba puesta. Mark se separó del beso mirando con los ojos bien abiertos al rostro de Jackson.