Capítulo 48: La Profecía de la Veela

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25 de mayo de 1994

Un enorme suspiro siguió luego de que el cuerpo de Hermione cayera tendido sobre la hierba, seguido de una gran inhalación, la primavera estaba a poco menos de un mes de acabar, pero aún podía sentirse esa bella sensación del viento refrescante rosando su piel. Sintió un peso sobre su cuerpo, y no dudó de quien podría ser. Delphini se había recostado al lado de ella, muy pegada a su cuerpo: Ya no intentaba disimular de ninguna manera lo celosa que se ponía cuando alguien quería coquetearle a Hermione, y ya no tenía ninguna distracción. Los exámenes habían terminado por fin esa misma mañana.

Daphne estaba a una distancia segura, para ella, por supuesto. Lo suficientemente cerca de Hermione como para considerarse estar "acurrucada" al lado de ella pero lo suficientemente lejos de la misma como para evitar que Delphini, quien prácticamente estaba prendada a ella, la pudiera aruñar cual gato protegiendo su peluche preferido. Harry del otro lado, con su cabeza alineada en el pasto con la de Hermione, mirando al cielo azul de la tarde, lleno de nubes que poco a poco buscaba transformarse en el atardecer, pero aún quedaba un rato para eso. Justo a su lado, estaba Ginny, quien se encontraba plenamente dormida sobre uno de los hombros de Harry.

Para Ginny, según lo que había comentado el chico de cabello negro alborotado y anteojos redondos, el examen de defensa contra las artes oscuras y su última prueba con Grindelwald había sido lo peor que había experimentado en su vida académica, incluso peor de lo que Percy la había mareado con todas las cosas que había estudiado para pasar con éxito los ÉXTASIS, razón por la cual decidió olvidarse de todo lo demás y acostarse en el pasto junto a los demás.

Es genial estar libres por fin después de un año tan loco... Solo que, ahora mismo tengo una pequeña duda. – insinuó Harry, ligeramente bajo para no despertar a la pelirroja a su costado.

Hermione no respondió con palabras, solo fue un leve sonido de su boca cerrada le dijo a Harry que si quería saber cuál era su duda.

¿Por qué estás aquí y no de ese lado, Luna? – preguntó el chico de cabello azabache a la rubia, quien estaba suavemente abrazada a la pelirroja al costado de Harry, casi como haciéndole cucharita.

Oh, porque Ginny es una almohada muy cómoda. ¿No lo sabías? – preguntó Luna con curiosidad, a lo que Harry simplemente desvió su mirada.

No quisiera responder esa pregunta por el momento...

Luna sonrió, ocultando su sonrisa entre su cabello rubio ligeramente alborotado y el cabello pelirrojo de la Weasley.

Ah, y la otra razón es por qué si me acerco mucho a Hermione, la señorita celosa me podría aruñar, ayer las vi afilárselas. – Delphini dejó escapar un leve bufido, luego de un puchero.

Estaba limándolas después de cortármelas, Moonny. No soy ningún gato. – dijo Delphini, hundiendo su rostro en el cuello de Hermione.

No se peleen, niñas... Solo disfruten del momento. – mencionó Hermione, con sus ojos cerrados.

Pero es que... – tanto Daphne, como Luna y Delphini replicaron, pero Hermione levantó uno de sus dedos, colocándolo suavemente frente a sus propios labios.

Un leve Shh fue todo lo que necesito para que todas perdieran los ánimos de pelear por ver quien tenía la razón en cualquiera de las múltiples discusiones que habían formulado en su cabeza.

No tardó mucho para que se uniera el resto a disfrutar de la brisa y el tenue sol que las nubes ocultaban, Hestia y Flora estaban tan alegres que se abrazaron a Daphne en cuanto se tiraron al suelo, nunca habían estado tan alegres de terminar una semana de exámenes como las de aquel año, Morgana se les unió, junto con una renuente Pansy, quien insistía constantemente que no veía el sentido de tirarse en el pasto, sucio y áspero, luego de haber sufrido un infierno maldito lleno de exámenes, cuando perfectamente podría ir a tomar un baño de burbujas.

Hermione Granger, La Niña que Vivió (EN REVISIÓN Y RE EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora