Capítulo 30: Doble Problema

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31 de agosto de 1993, Callejón Diagon

Durante los días que siguieron, Delphini se sentía muy celosa.

Ardía de celos de que la persona con la que Hermione había pasado más tiempo en las últimas semanas había sido aquella mujer de mármol blanco con la forma de Vinda Rosier. Siempre que despertaba, lo hacía sola en la cama o con Luna abrazándola como acostumbraba hacer, aunque últimamente Daphne lo hacía también y ambas rubias terminaban despertándose una delante de la otra, mientras que Hermione despertaba por las mañanas tan temprano que ni los rayos del sol habían salido aún, todo para sentarse frente al sofá y escuchar las palabras de su madre.

Por supuesto que estaba feliz por ella, y estaba encantada con Vinda, ¿Cuántas veces podías hablar con una bruja tan distinguida y hermosa como ella? Pero... el no tener a Hermione para ella durante el día, le hacía sentir un poco molesta... más que celos, se sentía como si... volviera a tener once años. Antes de Hogwarts. Antes de Ella.

¿Problemas en el paraíso, Lestrange? – susurró alguien a su oído, acercándose a la barandilla del piso superior del departamento blanco, observando así a Hermione conversar animosamente con el retrato de Vinda.

Es extraño... ¿Qué me sienta desplazada por un retrato? – las palabras de Delphini provocaron una suave risa en Daphne, quien se recargó sobre sus codos en el barandal, arqueando levemente su espalda.

Luna, quien le había susurrado al oído, abrazó suavemente la cadera de Delphini y rodeó uno de sus hombros con su mano, posando el dorso casi en la mejilla de la chica de cabello plateado.

Deberías de darle una oportunidad... cuando nos vayamos a Hogwarts, no verá a su madre en casi un año.

Delphini no se inmutó en nada con el abrazo y los roces de Luna, de hecho, de no ser porque le susurraba al oído y sentía el pecho creciente de la rubia contra su cabello plateado, no pensaría realmente que la tuviera contra su espalda.

Eso es lo que temo... ¿Y si decide volver a casa en navidades y pascua? ¿Y si vuelvo con ella y no puede estar conmigo por estar con Vinda?

Daphne negaba divertidamente con la cabeza, mientras sostenía entre sus dedos y se colocaba entre sus labios una pequeña fajita de chocolate blanco enrollado. Un adulto común y corriente hubiera confundido eso con un cigarrillo.

Delphi... te estás sugestionando. Mírame a mí. Papá siempre está con trabajos en el ministerio y en sus movidas chungas de magia negra, o Astoria con su Padre que trabaja con el primer ministro muggle, y no nos ves ansiosas de verlo, a menos de que sea un costoso regalo de navidad.

Delphini entonces, por una vez, desvió su mirada hacia Daphne.

¿El Padre de Astoria? – de repente se sonrojó. – ¡Ah! ¡Luna, no me andes toqueteando!

Luna se apartó, levantando sus manos en señal de rendición.

Uy, era demasiado bueno para ser verdad. – dijo con una sonrisa despreocupada.

Daphne se quitó el choco-cigarrillo de la boca.

Si, Astoria y Yo tenemos padres distintos. Yo soy sangre pura y ella es mestiza, su padre es un muggle. – dijo despreocupadamente.

¡¿Qué?! – preguntó Hermione, detrás de ella.

Daphne casi da un salto que de no ser porque estaba aferrada con una de sus manos a la barandilla, hubiera saltado al sofá más alejado de la estancia del piso inferior.

Hermione Granger, La Niña que Vivió (EN REVISIÓN Y RE EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora