Capítulo 5: Secretos

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Varias personas habían pasado a obtener sus hornas ya, mientras caminaba a su destino se encontraba Lorelein subiendo aquellas escaleras observando como el director la recibía ayudándola a subir.– Bien Lorelein, dirígete al centro mientras esperas por el resultado.– Dijo el director. Lorelein camino lentamente hasta llegar aquel lugar observando minuciosamente cada estandarte que se encontraba alrededor suyo, al llegar al centro todos los recipientes empezaron a encenderse en llamas con los colores de cada estandarte mientras una figura envuelta en llamas se hacía presente mirándola minuciosamente hasta envolverla totalmente en sus llamas.– Preséntese. – Dijo aquella figura sin mover sus labios. Al parecer aquella figura envuelta en llamas se comunicaba por telepáticamente mientras caminaba observando a la chica.

– Lorelein Román. Dijo la pelinegra firme. La figura en vuelta en llamas observo por un momento a la chica para luego de un chasquido provoco que varias llamas de los estandartes se apagaran salvo dos llamas que se habían mantenidos encendidas, una de ellas era la llama de los Curanderos mostrando un símbolo de un jarrón con varias plantas mientras que la otra llama mostraba e de los Estrategas que su símbolo muestran unos lentes y un mapa. – Lorelein por lo visto ha sido llamada por dos hornas pero solo puede tener una de ellas. Dijo aquella figura que miraba a Lorelein, en ese momento se quedó congelada al mirar ambas su destino estaba aún lado mientras que una oportunidad se abría ante ella. Aquel ente se acercó a ella susurrándole al oído.– Eres una chica muy conocedora, habilidosa y cuidadosa la horna de los estrategas sería una muy buena elección para ti...pero y tus conocimientos médicos donde los dejarías todo esos años desperdiciados comiendo libro tras libro.– Lorelein empezó apretar su puño mientras miraba como la figura se burlaba de ella, en ese momento la figura se alejó mientras aun sus ojos blancos se mostraban.– Cierra los ojos Lorelein y yo te guiare a tu destino, he tomado la decisión.–

Al escuchar eso Lorelein empezó a cerrar los ojos mientras sentía como algo cálido la arrastraba hacia una de las llamas al sentir su mano entrar en la llama algo capto su atención por un momento una voz que se escuchaba internamente que decía "Bienvenida Lorelein a la horna de los curadores." Al abrir sus ojos se encontraba parada frente a la vasija de los Curanderos, el director había aplaudido con las demás personas mientras la franja verde de Lorelein obtenía el símbolo de los curanderos. – El último de la lista James Alet. – Dijo el director observando la lista, todos los presentes observaron a James mientras este se levantaba de la silla caminando hacia la tarima.

Todos los ojos se enfocaron nuevamente en el su presencia en el andromedus lo hizo sacar un poco de que hablar todos mientras murmuraban, al llegar aquella el director indico a James donde colocarse mientras por un momento los pensamientos de James invadían su mente "Si no salgo seleccionado, porque le hice caso a mi hermano" mientras llegaba al centro el ente empezó a envolverlo por su llamas este al verlo inmediatamente reacciono. – Presente...– antes de terminar su frase había observado a James por uno instantes cambiando su rostro orgulloso a uno sorprendido provocando que todos los recipientes se encendieran provocando que aquella figura dejara de flotar y caminara alrededor de James.

– ¿Otro de la familia Alet? Que sorpresa. – Dijo sarcásticamente.
– ¿Conoce a mi familia?
– Conocerla, ellos crearon este lugar y me apresaron en este lugar.

El cuerpo de James se mantuvo firme mirando al ente, estaba confundido por lo que había dicho algo había pasado antes para que su familia apresara a este ente cuando por fin pudo reaccionar lo observo nuevamente. – ¿Cómo que te apresaron? – Dijo James serio. – Mi familia no haría esto. Aquella figura se encontraba flotando en círculos sobre James mientras lo miraba.

– Pues créelo, tu familia son personas molestas, pero a la vez muy misericordiosas.
– ¿Que tanto conoces a mi familia?
– Lo suficiente, pero no es momento de que me hagas preguntas.
– Necesito saber señor...
– No soy un señor o señora soy un Laíner una representación de las diversas fuerzas de una o varias personas, en este caso de una persona.
– ¿Quién eres?

Exordii tri I - Linaje elementalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora