L sabía que de haber podido evitar hablarle, lo habría hecho, sin embargo, la necesitaba para resolver el impactante y difícil caso que tenía entre sus manos: El caso Kira.
Ella sabía que no quería volver, pero también que las situaciones cambian. E...
—Entonces me voy —sentenció una pelinegra con los ojos llenos de lágrimas, aún sin procesar lo que había pasado.
—Hazlo —dijo sin demostrar expresión alguna aquel que había sido su compañero durante años.
—¿En serio no tienes nada que decir?
—No —dijo con seriedad, el rostro de la chica entristeció más.
—Eres un...
Un pequeño grito de frustración salió de ella, quería gritarle, quería golpearlo pero intentaba controlarse, controlar sus emociones, pero no podía.
—Pero... —el rostro de la fémina se iluminó con esperanza—. Si te vas, tú lugar como A, como mi compañera, se perderá para siempre, no te ayudaré económicamente y nunca me vas a volver a ver... Sinceramente sería una lástima, tus pasteles de fresa son realmente deliciosos.
«¿Eso es todo lo que le importa?»
Ese fue el principal pensamiento qué tenía ella ¿Realmente no le era útil a L? Bueno... ¿Qué podía pensar de una persona que solo dice que extrañará sus pasteles? ¡La había usado! Y aún así...
—Eres un gran idiota, L Lawliet.
Y se fue.
Esas fueron las últimas palabras que ella le dedicó.
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Ciertos datos serán cambiados a mi conveniencia.
Me he dado cuanta de que no aparece en la notificación que publiqué el expediente o "Dossier", es el capítulo anterior, por favor, léanlo, contiene información importante.
Ahora a esperar el siguiente capítuloque por cierto, puede que tarde
