BNZA - BIOHAZARD

Capitulo 6: lo que está por venir.

Hace ya media hora desde que salimos de aquel restaurante en el que Izuku y yo nos quedábamos. Nos fuimos en busca de un lugar más cómodo para quedarnos.

Después de que lo charlamos un poco decidimos dejar la isla, el problema es ¿Cómo lo hacemos? No sabemos pilotar un avión y mucho menos manejar una lancha con motor y remar no es una opción, tampoco es que podamos tomar una, los puertos están al tope de zombis. Solo queda buscar personas que sepan hacerlo y con la esperanza de que no sean malas personas.

También en estas últimas dos semanas hemos visto aviones sobrevolar la isla. Izuku un día alcanzo a ver qué soltaban lo que parecía ser suministros, pero que era muy lejos de nuestra posición.

Dos jóvenes caminaban por las calles de la isla de Okinawa, a los alrededores solo se podían observar sangre y viseras, locales completamente incendiados y por supuesto...

Kyouka: ¡puto zombi! – la chica tenía una lanza consigo y con esta atacaba a unos zombis que comenzaron a rodearles.

Izuku: ¡ten cuidado, que no se acerquen demasiado! – el chico también poseía una lanza.

Ambos, una joven pareja mantenían a raya a unos infectados.

Kyouka: ¡ya lo sé! – Mientras apuñalaba a un zombi frente a ella – esto es peor que una película – dijo mientras decapitaba al zombi.

La sangre salpicaba por todos lados y está caía como lluvia sobre nuestros queridos amantes.

Izuku: es...obvio que las películas no son fieles ¡a la realidad! – dijo el chico para luego darle una poderosa patada con sus suelas de hierro en la cabeza a un infectado.

Al caer al suelo el infectado Kyouka le clavo su lanza en el pecho.

Kyouka: de nada cariño – mientras volvía a atacar a otros infectados.

Izuku: eres muy buena con la lanza – mientras clavaba sus lanza en la cabeza de un zombi – y te vez sexi.

Así continuaría su batalla por unos pocos minutos más hasta que no pudieron más.

Kyouka: ¡cada vez hay más!

Ahora la pareja solo se dedicaba a mantener la distancia usando sus lanzas para alejar a los infectados.

Izuku: es hora de subir a los techos.

Ambos estaban siendo acorralados.

Kyouka: ¡techo bajo atrás de nosotros!

Izuku: ¡bien!

El chico cargo a Kyouka y está se sujeto y subió. Luego la chica le tendió la mano a Izuku y lo ayudo a subir.

Kyouka: ¡no nos detengamos!

Izuku: ¡sí!

Ambos jóvenes comenzaron a saltar de techo en techo, así hasta alcanzar un tejado más alto. Ya en dicho lugar se dispusieron a descansar.

Kyouka: si no fuera porque en esta mochila está todo lo esencial para mantenernos con vida, la habría dejado atrás – se acostó en el tejado.

Izuku: es mejor que se mantengan llenas siempre – también se acostó el chico – descansemos un poco y luego entramos a esta casa.

Kyouka: si, quiero darme un baño mientras que aún hay servicios de agua potable.

Izuku: es lo único que aún se mantiene estable, pero pronto fallara, eso es seguro.

Kyouka: estoy toda llena de porquería y más que estoy sudada.

Izuku: olemos como el demonio, jajaja – rio el chico.