Capítulo 115: Exigiendo la dote

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Zheng Bi y An Ke Xin entraron con un ímpetu tumultuoso. Si la gente no lo supiera, pensaría que la madre e hija venían a interrogar a An Zi Ran.

Sin embargo, antes de que pudieran entrar, Zhong Yue, que montaba guardia en la puerta, las detuvo. Ge Qian An se quedó en Ciudad Jun Zi, así que Zhong Yue los acompañó esta vez.

Zhong Yue se quedó sin expresión y los miró con extrema frialdad.

Zheng Bi y An Ke Xin estaban a punto de decirle que se fuera, pero se estremecieron cuando se encontraron con su fría mirada. Nunca habían visto a esta mujer. Probablemente era la subordinada de Fu Wu Tian. En una fracción de segundo, su tensión se calmó.

"Déjales entrar."

La voz de Fu Wu Tian llegó desde la sala de estudio.

Zheng Bi y An Ke Xin reconocieron esta voz. Miraron a Zhong Yue, sintiéndose repentinamente arrogantes. Sus expresiones decían: Tu maestro nos deja entrar, ¿un esclavo-sirviente como tú todavía se atreve a bloquearnos? ¿Por qué no reflexionas sobre tu estatus?

Zhong Yue frunció el ceño con disgusto y se hizo a un lado para dejarlos entrar.

De vuelta a Ciudad Jun Zi, escuchó a Ge Qian An mencionar antes que había dos mujeres imprudentes en la familia An. Incluso cuando la muerte les respirara en la nuca, seguirían sin darse cuenta. Este tipo de personas no merecen ninguna simpatía.

Zheng Bi y An Ke Xin entraron en el estudio, pero cuando vieron a An Zi Ran, sus rostros orgullosos se transformaron inmediatamente en uno de compasión y miseria, sus expresiones agrias, como si fueran las verdaderas víctimas de todo el asunto. Pero sólo intentaban ganarse la simpatía de An Zi Ran.

"Hermano Mayor, debes hacer justicia en mi nombre."

Tan pronto como An Ke Xin entró, se precipitó frente a An Zi Ran, dirigiéndose a él de una manera súper íntima, como si su trato con An Zi Ran antes de su matrimonio nunca hubiera ocurrido.

An Zi Ran recordó que An Ke Xin nunca le había llamado Hermano Mayor. Cuando estaba de mal humor, lo llamaba directamente por su nombre. ¿Cuándo le había llamado Hermano Mayor?

Miró a An Ke Xin, que estaba de pie frente a él. Sólo había pasado medio año desde su último encuentro, y ella ya se había convertido en algo que no era humano, pero tampoco era un fantasma. La cicatriz en su frente era realmente grande y fea. No se sabe cómo se golpeó la cabeza contra la mesa en ese momento, pero casi la mitad de su frente estaba marcada. También tenía una cicatriz en la cara. Parecía que alguien la había golpeado con un arma afilada. An Ke Xin nunca se haría daño a sí misma, así que era muy probable que alguien de la familia Lin lo hiciera.

La antigua chica hermosa se había convertido en una joven fea. Todavía tenía dieciséis años. Todavía faltaban unos meses para que cumpliera los diecisiete. Estaba en la flor de la vida, pero ahora parecía alguien de veinte o treinta años.

Que An Ke Xin se convirtiera en esta espantosa figura, An Zi Ran realmente no lo esperaba. Sólo sabía que An Ke Xin y Zheng Bi habían dado un golpe bajo en la familia Lin, pero nunca imaginó que sería algo tan grande.

"Oh, ¿quieres que te haga justicia?" Preguntó An Zi Ran despreocupadamente.

Cuando An Ke Xin vio su expresión, su corazón no pudo evitar latir como un tambor, pero para tomar represalias contra la familia Lin, sólo pudo bajar la voz y calmar su temperamento.

"Hermano Mayor, los Lin son unos matones intolerables. No sólo me hicieron golpear la frente contra la esquina de una mesa, sino que también me cortaron la cara mientras estaba desmayada. Ahora me han desfigurado por completo. No me reconciliaré hasta que sea vengada."

El Gran PropietarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora