El Gran Propietario

Capítulo 145: Zheng Junqi

El hombre de mediana edad habló hasta que se le secó la boca, pero la expresión de Fu Yi no cambió ni una sola vez. El hombre de mediana edad no podía saber si Fu Yi estaba interesado o no. Justo cuando se estaba preguntando si debía continuar o no, Fu Yi abrió la boca y dijo: —Jefe Chen, ¿acaba de decir que el Anciano Zhuo hizo algunos negocios con la familia Zheng?

Al oír la pregunta de Fu Yi, el hombre de mediana edad se puso en alerta máxima. Parecía que el mayordomo jefe de la Mansión del Príncipe Fu tenía algún interés en la familia Zheng, pero el hombre de mediana edad no sabía si Fu Yi tenía una buena o mala impresión de la familia Zheng, por lo que no se atrevió a decir palabras maliciosas sobre la familia Zheng casualmente. Se limitó a decir una frase de manera simbólica.

—Tuvieron un intercambio de negocios hace unos dos meses. Aunque el Anciano Zhuo hizo la compra, no fue una cifra elevada. Creo que fue por unas cuarenta o cincuenta ruecas.

Para una gran familia como la de los Zhuo, que además tenía un negocio expansivo, cuarenta o cincuenta ruecas no era un gran número. Además, esto no incluía ninguna máquina de tejer. Pero para la familia Zheng era como si alguien enviara carbón en tiempo de nieve.

La familia Zheng se ha dedicado a la venta de máquinas textiles durante generaciones, pero desde la prematura muerte del cabeza de familia Zheng, Zheng Junqi asumió el cargo de cabeza de familia. Sin embargo, fue discriminada una y otra vez por ser mujer.

—¿Por qué ayudaría el Anciano Zhuo a la familia Zheng sin motivo alguno?— Preguntó Fu Yi.

Él no sabía mucho acerca de las circunstancias de la familia Zheng, porque al principio sólo quería ver si la familia Zheng era alguien con quien pudieran cooperar.

El hombre de mediana edad de repente miró a su alrededor con cautela, y al ver que la atención de todos estaba en Zheng Junqi y el Anciano Zhuo, susurró de nuevo: —Señor Fu, ha preguntado a la persona adecuada. No mucha gente lo sabe, pero éste ha oído que el Anciano Zhuo le debía un favor a Zheng Junqi.

—¿Cómo podría alguien con el estatus del Anciano Zhuo deberle un favor a una mujer?—. Fu Yi sentía aún más curiosidad por este asunto.

El hombre de mediana edad sacudió la cabeza, —Éste sólo ha oído rumores. Sin embargo, este también ha oído que el Anciano Zhuo no parece querer devolver este favor. De lo contrario, un hombre tan recto y apasionado como el Anciano Zhuo no se limitaría a hacer una compra tan 'pequeña' a la familia Zheng.

Decir que el Anciano Zhuo no quería devolver este favor hizo que la gente sintiera aún más curiosidad sobre cuál podría ser este favor.

Fu Yi hizo una pausa por un momento y luego preguntó: —Jefe Chen, ¿cómo describiría a esta persona Zheng Junqi?

El hombre de mediana edad pensó que se trataba sólo de una curiosidad pasajera de Fu Yi, pero éste acabó haciendo más y más preguntas sobre la familia Zheng. El hombre de mediana edad comenzó a tener algunas dudas, pero no lo mostró en su rostro. Deliberó un momento.

—Tiene muchas agallas, pero también es cautelosa. No actúa como una mujer corriente, sino como un hombre. Hablando de eso, éste la admira un poco. Cuando asumió por primera vez la jefatura de la casa Zheng, muchos socios comerciales vieron que era mujer y pensaron que no sabía nada. Intentaron extorsionarla con falsos pretextos. Lo que acabó ocurriendo fue que Zheng Junqi no los delató. Incluso les ayudó a encontrar una salida a su embarazosa situación.

—Desgraciadamente, esos mercaderes no sólo no la apreciaron, sino que tomaron la iniciativa de deshacerse de toda pretensión de cordialidad. Se unieron para intimidar a una mujer. Pero Zheng Junqi también es una mujer muy capaz y extraña. Intentó de muchas maneras calmar las relaciones, apoyar a la familia Zheng, e incluso consiguió una orden de negocios del Anciano Zhuo.