¿Cómo puedes estar tan seguro? - Jegulus

San Valentín

James comenzó a preguntarse qué cosa le estaba tomando tanto tiempo a Regulus, ya había pasado casi una hora desde que llegó a casa y estaba bastante aburrido al no tener ni a Harry ni a él cerca.

Fue cuando volvió a comprobar la hora y escuchó unos pasos apresurados que se dio cuenta que Regulus acaba de llegar

-James James James James- dijo él llamándolo

-En la cocina- respondió terminando su vaso de agua

Se contagió de inmediato con la amplia sonrisa que tenía y sorprendido reaccionó sujetándolo de los muslos, al verlo saltar y rodear su cadera con sus piernas.

-Adivina qué- le dijo Regulus tan cerca que podía sentir su respiración agitada

-Ehh ¿Me extrañaste mucho?

Regulus frunció la nariz -Eres un cursi

-Habla el que salta sobre mí, para que lo cargue- dijo besando cortamente sus labios

Regulus negó con un sonrisa

-¿Entonces que te tiene tan feliz?

-Te doy una pista, luna llena

-¿Lo conseguiste?- dijo el asombrado

-Por supuesto que lo hice- dijo Regulus bajándose de su agarre y sacando dos pergaminos de su bolsillo -Es una locura esta poción matalobos

-¿Crees que puedas hacerla?

-Por supuesto, aunque tengo que ser muy cuidadoso, tiene bastante arsénico

James asintió y tomó las hojas que le extendió Regulus, era bastante complicada y no entendía ni conocía todos los ingredientes.

-Eres el mejor- le dijo besando sus labios. Regulus se separó con un suspiro, -Hay que decírselo a Remus- habló emocionado

Remus vio hacia el frente, había sido una buena idea comprar una televisión muggle, realmente podía ser muy entretenida y había una variedad tan grande de películas que sabía muchas podrían gustarle.

Aunque Sirius no parecía tomarle tanto interés y solo de vez en cuando levantaba la vista a ver algunas partes de la película

-¿Qué tanto escribes?- preguntó Remus al ver que seguía escribiendo algo en su libreta

-Mis votos de matrimonio- respondió él con simpleza

Remus se atoró con su saliva y lo miró frunciendo el ceño -Deja de jugar así conmigo

-Es la verdad, tú deberías estar escribiéndolos también- contestó Sirius levantando la vista para guiñarle un ojo

Remus lo miró mal -Deja de jugar con eso-

Sirius le sonrió dejando su libreta a un lado -Estaba terminando la lista de lo que necesitamos para abrir el bar

-¿Ya no lo teníamos todo listo?

-Nos faltaba la lista de licores- le recordó Sirius acercándose más a él

-Recuerda que no puedes poner nada mágico

-Un poco de magia no haría mal- Sirius dijo empujando a Remus en el sillón y rápidamente colocándose en medio de sus piernas

-Déjame ponerle pausa aunque sea a mi película- dijo Remus entre besos