Las cosas en Mystbelle estaban lejos de calmarse, semanas después del funeral del Rey Anders los habitantes del reino seguían comentando sus teorías del que había ocasionado aquella tragedia, algunos todavía no terminaban de aceptarlo; aun aferrados a aquella posibilidad de que todo se tratase de una pesadilla.
Por su parte, Thomas se encargó de continuar sembrando desconfianza en los pueblerinos, haciendo comentarios sobre Vivianna que aunque en apariencia eran simples palabras casuales e inocentes, poseían cierta pizca de veneno para manipular a todo aquel que las escuchase. Mientras que ante la Reina hacia el intento de demostrarle que estaba dispuesto a apoyarle durante su duelo; a pesar de que sabía perfectamente que Vivianna no confiaba en él, podía incluso asegurar sin duda alguna que la mujer lo odiaba y que en más de una ocasión seguramente le había deseado la muerte o por lo menos había tenido sueños y fantasías al respecto.
Pero tenía que aparentar en todo momento, interpretar un papel y aferrarse al personaje cada minuto del día, no había oportunidad para descuidos o errores. Si desafiaba o discutía con Vivianna corría el riesgo de que algún entrometido lo escuchase o viese y la fachada de Príncipe perfecto se arruinase, tanto la Reina como él jugaban con sus últimas piezas de ajedrez, el tablero estaba del lado de cualquiera...si es que hacían los siguientes movimientos inteligentemente, aunque Thomas sabía que por el momento todo se encontraba de su parte, pero aun así no debía ser tan idiota como para subestimar a Vivianna, la Reina podría descubrir su plan y vencerlo en su propio juego si se descuidaba.
Era claro que la paciencia era algo en lo que debía trabajar, durante su estadía en Mystbelle continuamente actuó de manera impulsiva, el hecho de que las cosas las había realizado de manera apresurada contribuyeron a la mala impresión que la Reina tenía de él. A partir de ahora, tenía que ser precavido, pero sin demorarse demasiado; algo que sería otro error igual de grave.
Por suerte, la mayor parte del trabajo lo harían los habitantes de Mystbelle y todo parecía indicar que muy pronto el caos estallaría en el reino.
Los miembros del consejo Real aun guardaban la esperanza de que antes de morir, el Rey hubiese conseguido dejar embarazada a la Reina Vivianna, sabían que las probabilidades eran demasiado bajas, pero también que una noticia de tal índole lograría perpetuar la paz.
Vivianna estaba segura de que no se encontraba en cinta, no notaba ningún cambio en su cuerpo que lo indicase, aun así había solicitado el diagnostico de un médico para despejar cualquier duda al respecto, evitaría chismes y falsas esperanzas.
Pero.
Aunque cuando el médico confirmó lo que ella ya sabía, dudó sobre si debía reservarse aquella información o decirlo, no era tonta y se percataba de lo que sucedía a su alrededor, estaba al tanto de los rumores y descontentos de sus súbditos, sabía que Anders durante el poco tiempo en que fue Rey de Mystbelle se ganó el aprecio de la gente, si la creían embarazada era posible que eso la protegiera de actos mal intencionados, por lo menos mientras el reino superaba la partida de Anders.
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Rey
RandomMystbelle es un reino sin igual, lleno de riquezas, paisajes hermosos e increíbles rumores, pero lo más importante para muchos es el hecho de que carece de Rey. Muchos hombres han intentado cortejar a la Reina Vivianna para así conseguir la corona...