¿El peligró terminó junto con el Anuk-ite? Imposible, es Beacon Hills.
Veinte años después, las alarmas se vuelven a encender, cuando los descendientes de la manada McCall, eligen jugar en un lugar prohibido...
Amy miraba anonadada la prueba entre sus manos, debió de haberlo supuesto, pero al parecer su cerebro no funcionaba con rapidez luego de pasar tantas horas con las preguntas de los pequeños mellizos de ocho años. Suspiró y le agradeció a Melissa antes de salir del hospital. Se acomodó la campera y subió al auto, donde ambos niños la esperaban peleando por un peluche que April les había regalado, porque April SIEMPRE los malcriaba, y quizás por eso era la única que realmente podía controlar a esos engendros del demonio.
—Lila, préstale el oso a tu hermano —Regañó mirándola por el espejo, la aludida hizo un mohín y le lanzó el peluche a la cabeza a su mellizo, que le sacó la lengua.
—Tonta —Amy negó, sabiendo que esas palabras solo las podían haber aprendido de una persona.
—¡Mami! ¡Leo me dijo tonta! —Fingió llorar y su madre solo negó con la cabeza nuevamente.
—Ocho años, tienen ocho años ¿Quién les enseña esas palabras? —Suspiró. Leo no dijo nada, porque no quería delatar a su prima favorita.
—April, mami —Lila se encogió de hombros y se quejó cuando su mellizo le golpeó la cabeza—¿Por qué me pegas, inútil?
—¡Lila! —Retó Amy, suspirando otra vez.
—April llama inútil a Aaron todo el tiempo ¿Qué tiene de malo? —Como por quinta vez, la mayor suspiró mientras aparcaba el auto a la salida de su casa. Bajó y desabrochó el cinturón de sus hijos, permitiéndoles bajar también.
Los vio entrar a la casa corriendo y jugando entre ellos y sonrió cuando vio a Logan salir para recibirlos. Bajó su mano hasta su vientre aun plano y le sonrió a su esposo cuando este la miró, si de algo estaba segura, era de que alejaría a ese bebé de April.
Finalmente, Lilliane Katherine Bane llegó a la familia el 14 de Abril del 2022, y Amy todavía se sorprendía de que los mellizos no se despegaron ni un segundo de su hermana, nunca le quitaban los ojos de encima y siempre querían ayudarla con todo. Por lo menos, hasta que le llegaron los celos, pero bueno, ellos siempre decía que April odiaba a las "bolas de pañales sucios" y por eso no los cambiaría.
