𝐁𝐋𝐎𝐎𝐃 𝐈𝐒𝐒𝐔𝐄𝐒 ━━ gold & blue decendents

0,7- Familias Stilinski McCall; Scophie y Stapril pt. 1

La pelirroja sonrió cuando su padre entró a la habitación donde terminaban de retocar su peinado, escuchó cómo los latidos del corazón se aceleraban y pudo oler la nostalgia provenir del hombre que la había acompañado toda su vida.

—Estás hermosa —murmuró Deucalion viendo como su hija se ponía de pie y caminaba hasta él, nunca lograría comprender cómo el tiempo pasó tan rápido hasta llegar a este momento, en que su pequeña se uniría al hombre que había elegido como compañero de vida.

—No quiero llorar, así que papá por favor no digas nada que me emocione —pidió la novia.

—Tu madre estaría orgullosa de la mujer en que te has convertido —declaró tomando las manos que tenían una prolija manicura, y el brillante pero sencillo anillo que su novio le había dado, sin poder evitarlo, los ojos de la chica se inundaron en lágrimas.

—Mala elección de palabras —bufó April cortando el momento padre e hija—. Déjame hacer lo mío —movió sus manos y una bruma clara envolvió el rostro de Sophie—. Bien, puedes llorar todo lo que quieras, pero... —bajó el tono de su voz—. Aún estás a tiempo de arrancar, no puedes atar tu vida a un hombre a los veinte años, además, seamos honestos, hay opciones mejores que Potter lobo.

—Lo dice la bruja que se enamoró a primera vista —contraatacó la mujer lobo rodando los ojos—. Y estoy segura de esto —declaró—. Creo que nunca he estado más segura de algo en mi vida.

—Técnicamente, fue mi bruja la que se enamoró a primera vista —se defendió—. Y además, no puedes comparar a Stie con Scott. Pero... —La miró detenidamente, fijándose que todo estuviera en su lugar—Si es lo que quieres, ve por tu futuro esposo —le sonrió una vez que se aseguró del perfecto estado de la pelirroja.

—Siguen siendo unas niñas después de todo —comentó un tanto divertido Deucalion, recordando cuando se conocieron y se esforzaban por odiarse mutuamente.

—No hagamos esperar más a mi cachorro —pidió impaciente Sophie tomando el brazo de su padre y respirando profundo—. Me voy a casar —susurró con una sonrisa.

— ¿Porque estás embarazada? —inquirió la bruja, aún le parece un poco apresurada su decisión, pero realmente no le sorprendía, era esperable que esos dos fueran los primeros en caer.

—No vuelvas a repetir eso —se quejó el padre de la novia, porque aunque sabía que no había mejor esposo para su hija que Scott, le costaba imaginarlos con tal responsabilidad.

Dos toques se escucharon en la puerta y Derek habló del otro lado.

—Scott está que se desmaya de los nervios —anunció, April soltó una risa divertida—. Pero So, si te estás arrepintiendo, yo mismo me encargo de sacarte de este lugar.

—Dejen de insinuar que no quiero hacer esto —bufó cansada—. Me casaré con el amor de mi vida.

—Vamos antes de que comience a vomitar arcoíris por tanta cursilería —April se puso de pie y caminó hasta la puerta, su vestido de dama de honor a juego con el de Lydia, Malia, Cora y las pequeñas Talia y Alhelí, estas últimas serían las niñas de las flores, y por supuesto, su pequeño Newt tendría un papel importante, ya que enganchado en su traje, que Sophie se había empeñado en hacerlo usar, llevaría los anillos.

Respiró profundo cuando vio a April desaparecer en el pasillo que daba al prado donde se realizaría la ceremonia, comenzó a caminar con su padre, y solo podía pensar en lo feliz y nerviosa que estaba por dar este paso.

Cuando Scott vio a las damas comenzar a aparecer, su corazón latió más fuerte que nunca, realmente esto estaba pasando, sus amigos lo apoyaron en su deseo de pedirle matrimonio a su novia, estaban juntos desde que él tenía diecisiete y ella quince, y sabían que lo suyo era más que un amor de adolescentes, porque habían construido una sólida relación aún entre tanta dificultad por sus condiciones. Y si bien, sabía que se vería hermosa, nunca imaginó que al verla entrar del brazo de su padre, olvidaría hasta cómo respirar, porque nunca la había visto más impresionante que en ese vestido blanco mientras caminaba hacia él, escuchó de fondo suspiros y halagos dirigidos a la pelirroja, y estaba de acuerdo con cada uno de ellos, inesperadamente sus ojos se nublaron ante las lágrimas que limpió rápidamente, su lobita estaba radiante.