Su sonrisa esconde lágrimas de soledad, que a pesar de rodearse de personas, ésta no
desaparece ¡Oh! ¡Maldita sea esta sensación de vacío! Qué en mi se alberga ¿Cuántas veces
he tratado de matarte? Mas ya no me quedan fuerzas, tendré que aprender a amarte y alavarte en lugar de maldecirte, pues eres todo lo que tengo desde que nací y me acompañaras hasta el último de mis día