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Unos días después...

-¡Eros, recoge tus juguetes o los olvidarás! -Zayn jugueteo con uno de los autitos olvidados sobre la isla mientras bebía su café y releía la propuesta que debía entregar hoy. Cuando la cabeza de Louis cayó en la mesa frente a él, levantó la mirada-. ¿A ti que te pasa?

Louis gimió-. ¿Recuerdas a Harry, el camarero que conocí en la boda de tu hermana?

-¿El chico alto, con rizos y ojos verdes, que parecía modelo? -Louis asintió-. ¿Qué pasa con él?

-Sufre de asma.

Zayn cerró la carpeta y miró a su amigo con confusión-. ¿Y eso que tiene que ver con tu estado desanimado?

-¿Que es lo que nunca, jamás de los jamases debo hacer cuando estoy cerca de Eros o tu cortas mis pelotas?

-Oh mierda -susurró cuando lo entendió-. Tu no puedes fumar.

-Si -gimió.

Zayn rompió en carcajadas cuando el chico subió la mirada, una expresión torturada en su rostro. Levantando la mano, le enseñó el dedo medio logrando que la risa se incrementara.

-¿Papi? -Eros entró a la sala dando saltitos antes de detenerse y girar sobre si mismo-. ¿Omo me veo?

Recuperándose de la risa, Zayn se giró hacia él y sonrió-. Te ves encantador, cariño -dejó la taza vacía sobre la mesa y se acercó a su hijo, acomodando el gorrito con orejitas sobre su cabello-. Serás el osito más lindo del lugar.

Las pequeñas mejillas se sonrojaron por el cumplido y una gran sonrisa apareció en su pequeño rostro. Zayn no pudo resistir abrazarlo y salpicar su rostro con pequeños besos, su hijo era simplemente adorable.

Cuando el timbre sonó, los ojos de Eros se ampliaron-. Papá aquí.

Poniéndose de pie, Zayn tomó el bolso donde había guardado las cosas de Eros, su maletín, el jugo que el pequeño no se había terminado y a Jamie, el patito de peluche, antes de tomar la manito de su hijo y apresurarse hacia la puerta, gritando sobre su hombro: -Cierra la puerta cuando te marches Louis, y no te quedes todo el día lamentándote, haz algo productivo por tu vida.

-Si, tal vez pueda inventar un cigarro que no afecte a los asmáticos pero que me siga matando con la misma lentitud -la voz del chico llegó amortiguada hasta él, pero Zayn lo escuchó de igual manera y rodó los ojos.

Abriendo la puerta principal, se encontró con la sonrisa brillante de Liam desde el otro lado. Ellos no habían tocado el tema de su relación nuevamente, pero habían llegado a un acuerdo con las visitas a Eros. Liam lo tenia dos días a la semana en la mañana, eso al menos hasta que pudiese hacer los arreglos para conseguir un trabajo y mudarse más cerca de ellos.

-Hey, campeón -se agachó, recibiendo a Eros en sus brazos-. ¿Serás un osito hoy?

-Osito, si -asintió, inclinando la cabeza para mostrar sus orejitas, como si su padre pudiese perderse un detalle así.

El castaño miró a Zayn-. ¿Nuevo disfraz de Halloween?

El menor hizo malabares con las cosas en sus manos por un momento hasta que Liam tomó un par de cosas. Se encogió de hombros hacia la pregunta-. Lo vio en la tienda, le gustó y no tuve corazón para negárselo.

-Dijiste lo mismo del disfraz de princesa de la semana pasada. -rio.

-Hey, solo lo dejo tener libertad de expresión -se defendió dirigiéndose al auto de Liam con ellos-. Si él quiere ir por ahí disfrazado de osito o princesa, ¿quien soy yo para negárselo?

Sobreviviendo a Eros |Ziam|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora