Cornsville [En Proceso]

capitulo 6

Me escapé...

Me escapé de aquel asesino dejándolo inconciente en la sala de mi casa, le dí con un florero en la cabeza cuando estábamos teniendo una riña y apenas lo ví inconciente corrí.

Las calles de mi vecindario estaban desoladas. Grité, toqué puertas pero nadie me ayudaba. Parecía un vecindario fantasma.

La sangre salía de mi brazo de una manera impresionante, aquel demente alcanzó a cortarme con un cuchillo dejándome una cortada punzante en mi brazo derecho.

Llegué hasta una cabina de teléfono que estaba en el camino y llamé a la primera persona que se me pasó por la mente.

—Contesta.Contesta.Contesta por favor— exclamé.

Tras varios segundos esperando a que me contestara el sonido de la voz del otro lado del teléfono se convirtió en un alivio para mi ser.

—¿Hola?— la voz de Victor sono dudosa.

—Victor, necesito que me ayudes. Soy Hana.

~ ~ ~

Dereck.

La tez blanca de Victor se volvió color papel al saber quién era la persona que estaba llamando.

—¿Hana?, ¿Que pasó? ¿Donde estás?— empezó a interrogar Víctor a la chica que era un manojo de nervios en estos momentos.

Luego de un par de segundos donde Victor le pedía a Hana que se calmara para que le dijera donde se encontraba colgó la llamada cuando finalmente hana pudo decirle donde se encontraba.

—Ya vamos para allá— dijo el pelinegro antes de colgar el teléfono.

—¿Que pasó?, ¿En donde está?— pregunté mientras sacaba las llaves del coche del bolsillo de mi pantalón para luego dirigirnos hacia la puerta.

—Esta en la carretera cercana al bosque, junto a la cabina de teléfono.

La carretera cercana al bosque parecía ser el epicentro de las catástrofes en el pueblo.

Nos montamos en el coche y salimos en busca de Hana para que nos diera una explicación de lo sucedido.

Por suerte la casa de Victor no está muy lejos de la carretera cercana al bosque, nos tardamos unos minutos en llegar.

—Ya casi llegamos,— emití— ¿Donde dijo que estaba?

—En la cabina de teléfono que está por aquí cerca— respondió el aludido.

Mientras más cerca estábamos, más era la incertidumbre sobre si estaría todavía Hana allí o no.

Nos estacionamos junto a la cabina de teléfono y nos bajamos del auto con cautela.

—¡Hana!— empezó a gritar Victor el nombre de ella— ¡Hana donde estas!

Esperamos durante unos segundos pero no escuchamos ninguna respuesta de parte de ella.

El silencio abundó durante unos segundos hasta que algunas pisadas fuertes proveniente del bosque empezaron a escucharse.

—¡Chicos!— Hana arrastraba las palabras debido al cansancio—aqui estoy.

Hana cayó al suelo y inmediatamente fuimos por ella, la aludida tenía una herida punzante en su brazo derecho donde estaba votando mucha sangre.

—Rapido, dame algo para hacerle un torniquete— demandé exasperado.