capitulo 9

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Hana

—P-pero—titubeo.

—P-pero—me imita y se ríe—parece que viste a un muerto Hana, habla bien—suelta una carcajada que me  eriza la piel.

No puede ser posible que él esté vivo.

Si yo, si nosotros...

—¿Cómo es posible?—termino por decir.

—Al parecer muchas cosas son posibles en esta vida—hace un gesto pensativo y luego sus ojos verdes me miran—asi como el hecho de que tú madre le era infiel a tu padre.

—Eres un infeliz—la ira comenzó a recorrer mi cuerpo y me iba a abalanzar hacia el, pero me apuntó con una pistola al ver mis intenciones y retrocedí.

—Tratemos de mantener la compostura—hizo un ademán con la pistola—sientate, vamos a hablar de negocios—su sonrisa se tornó diabólica.

—No tengo nada que hablar contigo, ¿Así que tú eres el depurador, eh?—solte desafiante.

—Por supuesto que tienes muchas cosas que hablar conmigo, tenemos tiempo sin vernos, tenemos que ponernos al día—comento con sarcasmo y su mano libre puesta en su pecho fingiendo estar dolido por mi comentario—ahora, siéntate por las buenas—hizo algo con su pistola y esta emitió un sonido—o por las malas.

Supuse que por las malas no me iba a gustar así que con toda la lentitud del mundo me senté en el sofá sin dejar de ver la pistola.

—Muy bien, que buena chica—el se sentó en el sillón que estaba al frente sin dejar de apuntarme—he venido aquí para hablar de negocios, esto te interesa.

>>Cómo sabrás hay muchos rumores de un asesino en serie suelto en el pueblo, bla bla bla—comento con hastío y sarcasmo—todas esas cosas son ciertas y vengo a presentarme formalmente, hola soy el depurador mucho gusto—hace una leve reverencia desde donde está sentado.

Esta loco, eso sin duda.

>>Luego de ya haberme presentado supondras el porqué estoy aquí, ¿No?—espero a qué yo entendiera pero no entendí. O al menos no quería entender— ¿De verdad no sabes— señala la pistola y ahí terminé de comprender lo que no quería comprender.

Venía a matarme.

—Vienes a matarme—logre decir segundos después.

—¡Bingo!—dice con entusiasmo, y mis nervios aumentan—vengo a terminar lo que uno de mis seguidores no pudo hacer bien—hace una pausa—pero no todo está perdido, como había dicho, vengo a negociar—su sonrisa se ensancha.

—¿Que quieres negociar, la forma en la que me vas a matar?—la ironía clara en mi voz—pues quiero una muerte rápida. Gracias.

Una carcajada salió de su voz, le parecía un buen chiste.

—Querida Hana no seas pesimista, vengo a proponerte un trato. Cómo sabrás, tu padre está encerrado—saca unas fotos de su bolsillo y las tira en la mesa que está el frente de él—y tu se supone que deberías haber muerto. Así que, si, vengo a matarte pero antes a ofrecerte algo.

Un nudo se forma en mi garganta, casi no puedo respirar.

—Algo como qué— pregunté nerviosa de lo que pudiera decir.

—Tu vida por la de él—su propuesta me dejó perpleja—trabajaras para mí, serás mis ojos, mis oídos, mi todo, y tu padre seguirá vivo—mi cara de horror al escuchar su propuesta no era normal—de lo contrario, voy a asesinar  a tu padre y luego a ti después de que te torture por supuesto—su mirada perversa me dejó inmóvil, luego empezó a reírse como si de un chiste se tratara todo esto— y vaya que me voy a divertir, entonces que dices, tu padre y tú siguen vivos y trabajas para mí, o tu padre muere y luego tú después.

Cornsville [En Proceso]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora