Cornsville [En Proceso]

capitulo 10

Dereck

—¿Qué haces con eso muchachito?—una voz de alguien me devolvió a la realidad del momento.

Había alguien cerca del coche que se acercó en cuanto me vió.

—Y-yo...—balbuceo.

—¿Qué es eso?—se acercó rápidamente a mi y me quitó la bolsa de las evidencias y la contempló por un momento—son... Son las evidencias del caso del depurador—se me acerco más a dónde estaba obligandome a retroceder hasta que choque con la puerta del coche. Ya no podía retroceder mas—¡planeas robarte la evidencia del caso del depurador!

—Señor, déjeme explicarle yo...

—Eres el depurador—me acusó mientras me miraba despectivamente.

—¿QUÉ? ¡No! Yo...

—¡Lo eres! ¿O por qué planeas robarte esto? ¿Que piensas hacer con esto muchacho?—levanto la bolsa hasta que la pudiera ver bien —¡Dime!.

—Es... Es—estaba acabado si le decía la verdad, no podía, pero lo que iba a hacer me dejó inmóvil.

Metió la mano dentro del saco que cargaba puesto y saco una pistola y me apunto.

—Se acabo, si eres el depurador te entregaré y obtendre el reconocimiento de la policía y lo mejor, mi recompensa.

—¿Recompensa?—aquella palabra me inquieto por un momento.

¿Una recompensa?

—Asi es, están dando una recompensa de 50,000 dólares por tu cuello ¿Y que creés? Me la pusiste fácil, te vas a podrir en la cárcel niño.

—Señor baje el arma—intente pensar algo rápido pero el sonido del seguro de la pistola me helo la piel—no soy yo el depurador.

—¿Y como explicas esto, eh?—agito la bolsa cerca de mi cara—¿la querías tener de colección? No juegues conmigo, camina.

Se apartó de mí, dejándome espacio para que empezara a caminar hacia la estación de policía.

Caminé un par de pasos nervioso, y me detuve.

—Vamos, camina muchacho—su voz estaba temblorosa.

Me voltee lentamente y quedé frente a frente con el y su arma apuntandome justo en la frente pude notar que el estaba más nervioso que yo.

—No juegues conmigo, camina o te disparare, ¡Te disparare!—me amenazó—Apuesto a que me darán más dinero si te entrego muerto a la policía.

—Yo no iré a la policía, y usted no me disparará—hable con seguridad tras un tenso silencio.

—¿Quién tiene el arma? Tu no la tienes, yo sí. Vamos, o te disparo—se puso en posición, listo para dispararme en cualquier momento.

—Yo no lo creo.

Tan rápido como pude le di un golpe al brazo con el que me estaba apuntando con la pistola, haciendo que la pistola cayera al suelo y este me devolvió un golpe en el estómago haciendo que me quedara sin aire.

Fue corriendo hasta donde había caído la pistola pero agarré fuerzas, lo agarre y lo derrumbe y este cayó al suelo.

Me aproxime hacía donde estaba la pistola, pero este agarró mi tobillo y me jalo haciendo que me cayera al suelo.

—Mierda—exclame.

El señor se montó encima de mi y empezó a golpearme.

—No te saldrás con la tuya esta vez, asesino—después de pronunciar esa palabra soltó un quejido al recibir un golpe de mi parte. Lo lance a un costado y fui por el arma.