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Jiang Cheng sintió una leve y agradable caricia en la mejilla, sin embargo, era algo lejano. Estaba tan inmerso en ese cálido, cómodo y muy placentero sueño que le costó algo de tiempo que su mente lo reconectara con la realidad. No quería, el mundo era frio, incomodo y lleno de responsabilidades que por una vez en la vida le gustaría evadir. Sintió otra vez esa caricia y giró la cara hacia la mullida almohada buscando esconderse de ese algo que lo quería despierto. De repente, sin previo aviso una suave voz a su oído le habló llena de cariño:

- Hora de levantarse Wanyin -

Jiang Cheng abrió los ojos inmediatamente para darse cuenta que estaba en un lugar diferente, ese no era su cuarto, ni siquiera estaba en muelle de Loto, sin embargo, no era un lugar del todo desconocido. Estaba en el Hanshi. De pronto los recuerdos de la noche anterior llegaron como un torrente a su mente e inevitablemente se sonrojó de manera violenta y deseó que la tierra se lo tragase ahí mismo.

Hacia unas horas atrás, después de haberse "confesado" a Xichen había aceptado la petición de éste de pasar la noche ahí. Tras eso, el mayor de los hombres se había incorporado de su asiento y le habría tendido una mano para ayudarle a levantarse. Luego el Lan mencionó que iria a apagar las velas de la habitación y le había pedido al menor que se adelantara al área del dormitorio y esperara por él.

Jiang Cheng se dirigió entonces a la cama del líder Lan y se había sentado rígidamente. No sabía qué hacer, había aceptado en el calor del momento y ahora su mente era una maraña de ideas. Si bien era cierto que había recorrido todo ese camino para sincerarse con el otro acerca de sus propios sentimientos y aceptar los ajenos, ¿no era muy pronto para "dormir juntos"? A penas hacían un par de horas que había entrado en la resolución de sus propios sentimientos. O ¿acaso era común?, realmente Jiang Cheng no lo sabía, realmente él nunca había tenido una relación formal y no tenía ni la más mínima idea de que se hacía entre dos hombres. Jamás había pensado en intimar con otro varón, y eso le ponía los nervios de punta. Si bien había visto algunos libros eróticos de ese tipo en su adolescencia (culpa de Wei Ying y Huaisang) no tenía pista alguna de cómo ponerlo en práctica. ¿dolía? ¿Quién iba a hacer qué?

"mierda"

Empezó a considerar que tendría que haberle preguntado algunas otras cosas al descarado de Wei Ying antes de simplemente salir corriendo hacia Gusu. ¿y qué tal si Xichen era como su hermano Lan Wangji? Wei Ying se la pasaba hablando sin pudor de lo inagotable de su marido y....

"mierda, mierda, mierda"

Wanyin sentía como las manos le temblaban, pero entonces se obligó a calmarse. No era una joven doncella virgen en su noche de bodas. Él era un hombre, un guerrero y un líder de secta. Debía mantener la compostura y ser fiel a su palabra. Él dijo que dormiría con Xichen y haría lo posible e imposible por hacerlo bien. Él era el maldito líder de la secta de Yummeng, no lo verían huyendo de lo desconocido.

Entonces después de abofetearse quedito y respirar hondo intentó pensar, quizás sería agradable para Xichen ver algo de ánimo e iniciativa de su parte. Con cuidado soltó su cabello y lo peinó un poco para que no luciera tan desordenado, luego aflojó el cinturón de sus túnicas y las abrió un poco, tras un vistazo rápido a su reflejo en un espejo su aspecto no le convenció del todo, así que deslizó un hombro de la prenda hacia abajo esperando lucir "provocativo".

Jiang Cheng estaba tan absorto preparándose que no notó cuando Xichen llegó por fin a su lado, no fue hasta que la voz del mayor le hizo sobresaltar que se empezó a preguntar si de verdad estaba haciendo las cosas bien.

-  Wanyin... esto... ¿Qué haces? -

Jiang Cheng lo pensó un segundo y creyó entenderlo.

-  Oh, lo lamento... ¿querías hacerlo tu? -

Entre los Lotos  [XiCheng]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora