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Al final de todo, aquella visita de Wei Ying y Lan Wangji a muelle de loto no había sido tan terrible como lo había pensado. Lo cierto era que al presente Jiang Cheng no recordaba mucho de esos días, en si solo se encontraba con la pareja a la hora de los alimentos y no interactuaban la gran cosa. Jiang Cheng lo agradecía.

Cuando sucedió todo el asunto de Jin GuangYao y se supieron todas las verdades Jiang Cheng era prácticamente otra persona. Antes de ese día era un hombre consumido por el resentimiento y las malas decisiones tanto suyas como de su hermano. Pero desde ese momento algo comenzó a cambiar poco a poco dentro de él. Se dio cuenta que no podía seguir viviendo con tanto odio dentro de sí mismo después de conocer la verdad de la historia así que se tragó bastante de su orgullo y comenzó a reivindicarse.

Principalmente intentó que Jin Ling entendiera la historia completa y tuviera una sana reconciliación con Wei Ying... luego él lo intentó.

Recordaba esa larga platica que tuvieron días después, esa que se debían desde tantos años antes. Y si bien no es como si su relación se hubiera sanado por acto de magia y ahora todo fuera hermoso y maravilloso, ahora por lo menos se tenían respeto y se trataban amablemente por la memoria de sus padres, de Yanli y por el bien de Jin Ling que ahora lo que menos necesitaba es que lo que quedaba de su "familia" se matara entre ellos.

Si, ahora se habían disculpado y todo estaba relativamente bien, se habían dado una nueva oportunidad. Pero Jiang Cheng no se sentía bien del todo de tener al otro rondando cerca y mucho menos al ver los ojos de odio bien merecido que el segundo jade le lanzaba. Así que realmente se sentía aliviado que la residencia del otro fuera en Gusu, aunque no podía dejar de sentir pena por Xichen...

Después de la visita de la pareja de Gusu Jiang Cheng había pensado mucho en Xichen. Trataba de no darle realmente importancia, pero cuando se sorprendía a si mismo abriendo siempre primero las cartas de Gusu y respondiendo de manera inmediata no podía evitar cuestionarse molesto sus actitudes.

Para el final del verano Jiang Cheng se encontraba absorto en pendientes cuando varios discípulos se reunieron para recordarle que en 2 semanas se llevaría a cabo el pequeño festival del pueblo del fin del verano y preguntaban que podían hacer para ayudar.

Jiang Cheng se sorprendió al darse cuenta de que lo había olvidado, siempre los miembros de la secta participaban activamente en variadas actividades, pero este año había pasado por alto totalmente la organización de ese asunto. Así que algo apenado les mando a realizar un plan rápido de acción y él también puso manos a la obra.

A la mitad de la tarde se descubrió a si mismo respondiendo a una carta sobre asuntos de sectas a Gusu Lan donde en el último apartado hacia una invitación al líder de la secta a ir a disfrutar del próximo festival.

Entonces se arrepintió...

Pero la carta ya no estaba.

La había enviado hacia 2 horas.

"soy un idiota"

Al día siguiente Jiang Cheng se atormentaba a si mismo preguntándose que había hecho y contestándose que seguramente Xichen rechazaría la invitación por ser un hombre muy ocupado, más cuando leyó en aquella pulcra caligrafía "me honras con tu invitación, estaré gustoso de acudir al festival" sintió que la sangre se le congelaba.

El resto de los días hasta el festival se repitió a si mismo que solamente se trataba de un gesto de amabilidad diplomática como líderes de secta, y media hora antes del amanecer del día del festival había llegado a la conclusión de que el problema es que era pésimo para hacer amigos.

- Buen día WanYin, y gracias de nuevo por tu atenta invitación –

El saludo y la sonrisa de Xichen lo mandaron a la realidad de golpe donde solo atinó a arrugar el entrecejo y refunfuñar como un gato.

Entre los Lotos  [XiCheng]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora