Por la tarde nos fuimos cada uno a nuestra casa, cuando llegué no había nadie solo una pequeña nota encima de la mesa del comedor.Volveremos tarde, acuéstate temprano que mañana tienes clase.
Mañana hablamos.
Será por la tarta, espero que no me eche una bronca de las buenas, no tengo tiempo para estar discutiendo con mi padre. Entré en mi habitación y me tiré sin pensarlo en mi floreada cama. Mi familia no tenía dinero para cambiarme la colcha, así que aún tengo la misma desde los 7 años. Tampoco me disgusta, el tejido está formado por pequeñas florecitas de todos los colores. Colores pensé, ojalá volver a ver el mundo con colores.
Me levanté de la cama y noté como algo se caía de la esquina de la cama. Moví la cama que estaba pegada a la blanquecina y desnuda pared y vi un pequeño destello. Estire el brazo para coger lo que fuese ese objeto con brillo metálico.
¿Una llave? me pregunté, y no era una cualquiera si no que tenía un lazo rojo atado y no era una llave típica de abrir puertas si no de algo más pequeño, como una caja. Me guardé la llave en le bolsillo y me metí en la ducha. Ya descubriría la función de esa llave más adelante.
¡Jules a despertar! ¡He hecho tortitas!- gritaba mi madre desde la cocina. Oía a Maisie gritar porque no encontraba su peluche de unicornio y los pasos de mi padre para ver que pasaba. Es horrible vivir en una casa tan pequeña con una niña pequeña insoportable. No tenía ganas de levantarme, ni de hacer nada aquel día, pero le iba a ver a él.
Bueno mejor dicho iba a ver a los dos, las cosas con Owen han mejorado, me desgarra por dentro verle tan apagado y que esté sufriendo en silencio sin nadie a su lado. Y Ashton, que voy a decir de él. Es fantástico en todos sus aspectos. Es como si hubiera caído del cielo justo en el momento indicado para mí, solo para mí. Nooo, me tengo que quitar esa idea de Ashton en la cabeza, solo le conozco de dos días no sé nada de él me dije.
Cuando tuve fuerzas me levanté y nada más poner los dos pies en el suelo de la habitación caí en picado. Como si no tuviera el control de mis piernas. Después de levantarme aún sintiendo el dolor en la barbilla, mis ojos captaron una especie de mini puerta al lado de mi armario , ¡no podía ser, no podía ser!
En el instante busqué la llave en el cajón de mi mesilla de noche. Al cogerla fui rápido a probar en la cerradura. ¡Cabía perfectamente!, no sé cómo nunca me pude dar cuenta de la existencia de esta puerta. Normalmente siempre había una silla en ese rincón, pero ahora no estaba. Qué raro es todo esto. Di una vuelta a la llave y nada, no se abría, di dos y tampoco. A la tercera va la vencida Jules, ¡exacto, si funcionó!
Me quedé asombrada al ver su contenido, había un anillo y un sobre. El anillo era un tanto extraño, era dorado de forma cuadrangular y con unas rayas rojas que formaban una especie de dado. Sin embargo el sobre tenía un color rosado/anaranjado, sin sellar y sin ningún destinatario.
-¡Jules, vas a llegar tarde!- cogí el anillo y el sobre y lo metí en el bolsillo exterior de mi mochila negra la cual necesitaba un par de lavados
-Lo siento mamá, no encontraba mis pantalones negros. Mentira. Ese día llevaba unos vaquero que más que negro estaban grises, porque sin querer mi padre los metió en lejía. Y una camiseta roja con varios dibujaros en la portada. Unas botas de montaña negras de mi hermano y un clip de una mariposa azul, en mi pelo corto desfilado.
Cogí la tostada y me la llevé a la boca, noté como la mermelada de fresa y de limón se me mezclaban en la boca, unos sabores totalmente distintos . La fresa dulce como mi granjero y el limón con un toque explosivo como Owen.
-¿Mamá, has mezclado dos mermeladas en una?
-No hija, ¿porqué lo dices? ¿está demasiado agrió?- mi madre me miraba con ternura y agotamiento con esos ojos verdes que a la luz me encantaban tanto. Recordé los destellos verdes de Ashton, eran muy similares a los de mi madre.
-Un poco, bueno mejor dicho bastante.
-¡Ay!, lo siento hija me habré pasado con el limón.
-¿Porqué se te ocurre echarle limón a algo tan dulce como las fresas?
-Para conservar la mermelada, el limón es un muy buen conservante.
Lo que me dijo mi madre me dejó pensando. Ahora me doy cuenta que soy una persona que se cuestiona todo, pero cuando digo todo es TODO. ¿Y si Owen es mi conservante? y Ashton es mi dulce, pero necesito a Owen que es ese conservante. ¿Estoy loca? Vamos a dejar en qué estoy loca porque eso no tiene ningún sentido o a lo mejor si lo tiene pero, bueno da igual.
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El Refugio
Teen FictionJules quiere huir de todo lo que la rodea. La han hecho mucho daño y está profundamente rota, quiere dejar atrás todo lo que le ata al pasado y comenzar de nuevo. Hay algo que no le empieza a cuadrar con su familia, puertas secretas , pasadizos esco...