NUEVE

59 9 2
                                    

«Ella es sin duda alguna la chica mas hermosa y fuerte del mundo y todos los que hablan de ella y la critican no son mas que unos envidiosos que le tienen miedo al éxito »

Rouge The Bat - diseñadora de modas e intima amiga de Amelia Rose 

••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••

El calor del lugar era contrastado con el frio cinismo con el que actuaban las personas. Las falsas risas, las mentiras descaradas y falta de amabilidad eran palpables en el lugar. 

Veía todo desde su mesa mientras picaba con un palillo unos trozos de jamón y queso. Tenia una sed que creía era capaz de beberse el Atlántico completo, observo el lugar una ultima vez y le dio un trago a su jugo de naranja para después pedirle amablemente al camarero otro vaso.

Eran las siete de la mañana y todos los que se encontraban en el hotel por motivos de trabajo referente a la carrera debían bajar a desayunar. Era obligatorio, de lo contrario ellos serian los encargados de alimentarse por su cuenta y con su dinero.

Y aunque todos y cada uno de los corredores, periodistas, managers y equipos de mantenimiento bajaron no era porque fueran pobres y no pudieran pagar sus alimentos. No, no, no, esas personas derrochaban dinero y nadaban en el  – se incluía – , lo que sucedía es que esos desayunos obligatorios eran para que que entre ellos se conocieran y "mejoraban su relación" lo cual era realmente una gran mentira porque esos desayunos únicamente servían para sacarse el mayor provecho posibles los unos de los otros.

Observo a su alrededor y se rio con algo de ironía, no había visto a tantas personas tan ricas desayunando juntas desde que tenía 18 y había empezado con su sueño de convertirse en competidor. Aquel sueño.

Giro la cabeza ligeramente cuando escucho el sonido de unos tacones sonar desde la entrada de la terraza donde se estaba llevando a cabo el desayuno, por mero reflejo puso los ojos en blanco y regreso a su posición original intentando seguir con su comida. 

Por la puerta entraba una con un caminar firme y coqueto que le salía natural, la conocía lo suficiente como para saber que disfrutaba de todas las miradas que se posaban en ella cuando entraba a cualquier lugar. Era linda y lo sabía, pero no era alguien con quién él estaría  ni aunque lo amenazaran de muerte.

Rouge The Bat era venenosa.

Por un instante sintió como su helada mirada se posó sobre su persona, no se estremeció ni inquieto, en su lugar pico otro trozo de jamón con su palillo y se lo llevó a la boca mostrando indiferencia mientras le regalaba una mirada cansada.

Para ese momento Rouge estaba pisando los 40 aunque pareciera más joven y jamás dijera su edad frente a las cámaras. Para ese momento ya se había casado y divorciado en dos ocasiones, una en las vegas mientras se encontraba demasiado ebria como para ser consiente de sus acciones y la otra vez había estado demasiado sobria como para escudarse con el alcohol. 

En ese momento estaba a disfrutando de su tercer matrimonio con el único idiota que la amaba lo suficiente como para aguantar todos los pros y contras de su actitud llamativa. Knuckles.

La vampiresa de pelaje blanco y curvas espectaculares paso de largo entre las mesas hasta llegar a una al fondo del lugar. En ese momento fue consciente de que cierta eriza rosa se encontraba en el lugar desde hace rato, se removió algo incomodo en su lugar y se enfoco en su teléfono. 

Se sentía de cierta forma extraño, como que acostumbrado a todo el odio que recibía por su fallida relación, pero era natural.

Si caperucita era quien contaba la historia el lobo siempre sería el malo.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Oct 11 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Ruedas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora