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El brazo de Nathalie ahora tenía una cicatriz que ella podía esconder perfectamente bajo su suéter rojo, había pasado un mes desde el accidente que sufrió en la calle; desde aquel día empezó a aprender defensa personal, al día de hoy era casi una experta, incluso pudo tumbar al propio Jampier; ahora sí algún ladrón tenía el atrevimiento de querer asaltarla, sería ella quien los dañe está vez.

Por su parte Gabriel quedó asombrado con las nuevas habilidades de su asistente, además de que ahora ella utilizaba el gimnasio que tenía la mansión y que no se usaba hace años, la ejecutiva se despertaba todas las mañanas una hora antes de empezar el trabajo, para entrenar y poder ducharse tranquila.

Para el diseñador era algo raro ver a su vieja amiga en playera sin mangas y joggins negros, jamás la vio tan informal, desde joven fue una chica muy dedicada a su vestimenta, siempre iba prolija a todos lados y no salía de colores neutros y tranquilos.

Sin quererlo, el tiempo paso tan rapido, que a ambos los tomo desprevenidos una de las fechas más importantes que podían haber, el cumpleaños del pequeño Adrien; quien ahora al tener seis años, se tomó el atrevimiento de despertarse mas temprano y bajar de su habitación a los gritos como si fuera un loco, el escándalo alertó a Nathalie en el gimnasio y por consecuencia descubrió a Gabriel espiandola, por ahora decidió que no iba a decir nada, la prioridad era el niño.

─¿Adrien que pasa?─ preguntó está apareciendo desde un costado y cortándole el camino al menor

─¡Ya nací!─ respondió alegre y sonriente, la adulta no entendía nada, por suerte detrás de ella estaba Gabriel para esclarecer todo

─Feliz cumpleaños hijo─ lo toma en brazos y besa su mejilla ─Aunque aún no naces, naciste a las dos de la tarde

─¿Entonces aún tengo cinco?─ bufo, el platinado negó ─Yupi ya soy un niño grande, ¿puedo tener novia?

─Que ocurrencias las tuyas─ intervino Nathalie ─Aun no puedes tener novia, eres un pequeño─ estira su mejillita, el ríe ─Feliz cumpleaños, no sabía que era hoy, ¿que quieres hacer?

─Comer mucho pastel y salir de paseo─ dijo eufórico

─Bueno, puedo ocuparme de los pasteles, pero no de la salida─ alza sus hombros

─¿Podemos salir papá?, ¡quiero salir!.

─Vamos a salir, André y Audrey tienen una sorpresa para ti en el Legrand, Chloe está anciosa por verte─ baja al niño

─Entonces iré a cambiarme y después iremos con Chloe─ sube a la planta superior

─Yo también debo cambiarme para ir por el pastel, ¿hago que lo envíen al hotel de los Burgeois?.

─¿No lo llevaras tu misma?.

─No señor, es una fiesta íntima y dudo que Audrey me deje pisar su hotel. . .

─Adrien te ama, ¿cómo le explicó que no vas a estar en su fiesta?.

─Seguro el entenderá. . .

─Le vas a romper el corazón.

─Prefiero desilusionarlo que arruinar su fiesta, ¿recuerdas lo que vivimos en la escuela o se te borro todo?.

─Algo olvidé. . .¿tuviste una pelea con Audrey, cierto?.

─Si, por ser la novia de cierto rubio olvidadizo─ se cruza de brazos ─No voy a pasar por lo mismo por ser la asistente del mismo rubio olvidadizo─ remato risueña

─Audrey cambio mucho. . .

─No voy a arriesgarme, además podría decir algo que Adrien mal interprete y por suerte ya dejo de entrometerse entre nosotros, no reavivemos sus ilusiones.

Miraculous: 30 Year'sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora