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Nathalie se despertó, salió de la cama y se miro al espejo, hoy se sentía ridícula vistiendo aquella prenda que una vez su hermana le regaló por su cumpleaños, rápidamente se lo quito y se metió en la ducha, el agua caía por su cuerpo como si se tratarán de finas caricias; después de un buen tiempo ahí, salió, se seco y comenzó a cambiarse, está mañana decidió que por ser domingo no usaría su traje, prefería algo más casual y cómodo, tomo unos joggins grises, que solo llegaban a sus muslos, una sudadera rosada, y decidió que su cabello estaría algo suelto, no tan prolijo, una vez lista bajo para desayunar.

─Buenos días.

Saludo tomando asiento y sirviéndose café, el resto de los integrantes de la casa ya estaban ahí, a estos los tomo por sorpresa la actitud y vestimenta de la mujer, jamás había estado tan despreocupada o usando algo que no fuera negro o rojo.

─¿Dormiste bien hermana?─ preguntó Bianca

─No─ toma una tostada y la muerde

Adrien recibe un mensaje de texto, el clima estaba tan silencioso que prefiero contestar antes que seguir callado, quien lo contactaba era Nino, esté le decía que en un rato habría una fiesta en la piscina y que los adultos también estaban invitados, ya que todos son buenos amigos y llevan tiempo sin verse.

─Oigan─ musitó el chico llamando la atención de los tres adultos ─¿Quieren ir a una fiesta en la piscina?

─No queremos, debemos ir─ comento Bianca

─Tengo mucho que hacer. . .

─Por favor Gabriel, ¿hace cuanto no vas a la piscina?.

─Mas de dieciséis años seguro─ se rió Nathalie

─¿Hoy te despertaste hilarante?─ bufo el ─Tu llevas los mismos años que yo

─Esta equivocado. . . Terrence me llevo hace dos semanas─ bebé su café sin siquiera mirarlo

─Genial, entonces tienes traje de bañó─ sonrió la mayor ─Confirma nuestra asistencia Adrien─ el chico envia un mensaje y los otros dos adultos entran en pánico

─Vayan ustedes yo no tengo ánimos. . .

─Nada de peros, vamos a ir los tres y vamos a pasar un buen momento juntos, y se terminó

El ambiente volvió a entrar en silencio, después del desayuno cada quien fue a su habitación para prepararse, Nathalie tomo una vieja bolsa que tenía, y allí puso bloqueador por si acaso, su traje de bañó de una pieza; un gorro que tenía ahí, muy parecido al de Audrey pero de playa y sus anteojos de sol.

Gabriel por su parte no sabía que llevar, tenía muchos trajes de baño de su marca, pero estaba algo inseguro, finalmente se decidió, colocó en su maleta el short, la camisa, las sandalias, unos lentes de sol y por las dudas unas antiparras, por si le apatecía nadar.

Bianca y Adrien ya estaban listos abajo esperando a los contrarios, para ellos fue mucho más fácil preparar sus cosas; casi como si estuvieran sincronizados, Nathalie y Gabriel llegaron al mismo tiempo, ambos habían cambiando sus vestimentas, estaban muchísimo más casuales, si los vieran nadie creería que eran ellos.

─Muy bien vámonos, yo conduzco─ espeto Bianca y junto con Adrien salieron de la casa

Los cuatro abordaron el automóvil color gris que Gorrilla suele conducir y partieron en dirección a la piscina, cuando llegaron, en la entrada se cruzaron con los señores Dupain-Cheng y Marinette.

─Sabine, que alegría verte─ musitó Bianca al reconocer a su vieja amiga

─Bianca─ saludo Sabine abrazándola ─No puedo creerlo, han pasado años y estás exactamente igual

Miraculous: 30 Year'sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora