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El tiempo pasó como si se tratara de un reloj de arena, Adrien cumplió once años y era un chico muy maduro para su edad, los rastros de aquel chico hiperactivo y caprichoso que Nathalie conoció se habían esfumado, ahora parecía que lo hubieran cambiado, era tranquilo, refinado y muy respetuoso, aunque sus ganas de salir al exterior y estudiar en una escuela normal no habían desaparecido, aún estaban ahí y eso lentamente mataba a Nathalie, ella quería ayudarlo pero Gabriel con el tiempo al igual que su hijo también empezó a cambiar, se volvía frío y distante, incluso con ella.

De apoco, la cercanía y familiaridad que tenían por compartir un pasado en común, se disipó, ahora eran únicamente jefe y empleado, nada más, en el fondo a Nathalie eso le dolía, pero pretendía que no le importaba si quería mantener su autoestima alto.

Mientras estaba dándole clases a Adrien su celular sonó, el chico insistió para que ella contesté, está acepto, del otro lado escucho una voz familiar, el ahora modelo, vio por primera vez a su asistente llorar, las lágrimas salían de sus ojos sin control, la mujer corto el teléfono y antes de poder hablar, los brazos del joven la envolvieron.

─¿Paso algo?.

─Es mí madre─ replicó ─Acaba. . .acaba de fallecer─ confesó al mismo tiempo que sentía que sus manos y piernas temblaban

─Ire a avisarle a papá, quédate aquí.

El chico se va y Nathalie se desmorona aún más, debió haber cumplido su promesa de ir a visitarla algún día a Italia, pero fue tan terca, que priorizó su trabajo en vez de su propia vida, en pocos minutos Gabriel entro y también la abrazo, era la primera muestra de cariño en años.

─Lo lamento mucho Nathalie, los recursos de la familia están a tu disposición para lo que necesites─ se separa

─Gracias─ se levanta y seca las lágrimas y maquillaje que caían por su rostro ─Perdon por tener que dejarlo en un momento como este, pero debo viajar al cepelio

─No te preocupes, le diré a Gorilla que se encargue de preparar el avión.

Ella se va, Gabriel saca su teléfono e intercambia algunas frases con otra persona, luego mira a su hijo quien se veía preocupado.

─¿No irás con ella?, Nathalie necesita alguien que la acompañe.

─No puedo hijo, tengo cosas que hacer─ se acerca a la puerta ─¿Por qué no vas tu?─ sugirió sorprendiendolo ─Tienes razón en que va a necesitar alguien que la apoyé

─Si me dejas sabes que no dudaré.

─Ve.

Adrien sale corriendo prepara una maleta, bajas las escaleras, habla con Gorilla, le entrega su maleta y después va con Nathalie, llegando a su recámara la escucha llorar, eso era algo nuevo para el, en seis años nunca la había escuchado llorar así, rápidamente abrió la puerta y la abrazó.

─Se que es difícil Nathalie, pero tienes que se fuerte, tu mamá no querría que llores así.

─Tienes razón─ sonríe forzadamente

─Vamos el avión está listo, papá me dejó acompañarte.

─¿Seguro que quieres ir a un entierro?.

─Si, quiero acompañarte.

Ella asiente y los dos, tomados de la mano, abandonan la mansión, se suben al auto de la familia y rápidamente van al aeropuerto, el avión salió tan rápido como éstos lo abordaron, el viaje fue un poco largo pero llegaron finalmente, a la salida estaba Bianca esperando a su hermana, las dos se fundieron en un gran abrazo.

Miraculous: 30 Year'sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora