Capítulo 17; De corazones rotos y enfermeros.

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Ah... Itachi —Naruto soltó un quejido, el pelilargo abrió los ojos grande—. Hmm, Ita-Itachi.

El mayor levantó la mirada y suspiró, negando con la cabeza, mientras apretaba la mandíbula. ¿Debería sentirse molesto? Sus ojos buscaron la mirada del rubio pero este rehuyó enseguida, cerrando los ojos al notar su imprudencia. Su boca lo había traicionado por completo.

—Lo siento —se disculpó enseguida, mordiendo su labio y bajando la mirada, ansioso por su propia voz—, lo siento mucho-ttebayo. No era mi intención.

—Está bien, no pasa nada —le restó importancia, girándose hacia la pared de la cama. Naruto apretó los labios y miró a la ventana con remordimiento. ¿Qué debería hacer? Sacó su teléfono.

Sus ojos pararon en la foto de fondo, era una fotografía donde estaban Shikamaru, Chouji, Kiba y él en su cumpleaños número diecisiete. Amaba esa foto, era tan natural y espontánea, simplemente eran los cuatro riendo a carcajadas. Miró la melena negra que descansaba a su lado con tristeza.

Debía sentirse culpable por haber hecho sufrir a Shikamaru de nuevo, pero una parte de él le decía que era mejor así. ¿Qué podía él ofrecerle al policía? Una vida a escondidas, huyendo de su pasado y con el miedo siempre a cagarla como lo había hecho anteriormente. Se pasó una mano por la cara, borrando la lágrima que le traicionaba con el dorso de la mano, entonces le escuchó removerse en la cama, haciendo que tragara fuerte.

—¿Por qué lloras?

—Porque no hago nada más que lastim-

—No llores, Naruto —la mano fue hasta la suya y, sin mirarlo ni una vez, el pelinegro acarició el dorso de su mano—. No vale la pena llorar, no debes culparte por las decisiones que haces. Entiendo que no quieres lastim-

—No lo entiendes, y-

Sus labios fueron interrumpidos por el dedo del pelinegro, quien acarició suavemente los mismos con su pulgar. Naruto se detuvo, sintiendo su corazón latir con fuerza, ¿por qué? No paraba de preguntarse por qué, entonces una llamada llegó a su teléfono, haciéndolo carraspear.

—Deberías contestar —comentó, dedicándole una pequeña sonrisa triste—. Está bien, Naru.

Naruto observó en silencio los ojos del pelinegro antes de morderse el labio y asentir, su pulgar presionó la pantalla en el botón de contestar y se llevó el teléfono hacia la oreja, titubeante. ¿Debería contestar en serio? Bueno, a lo mejor no podía desaparecer de repente y hacer como que nada pasó, no después de ver los ojos de Itachi Uchiha contarle aquel secreto. Suspiró.

¿Estaba bien que contestara? 

Seguro que quien le estaba llamando se encontraba enojado y desilusionado con él, después de todo se había ido sin avisar y le había dejado en aquel cuarto frío, enfermo de tristeza y demás.

—Shikamaru —murmuró, arrastrando las palabras. El pelilargo a su lado le miró, mientras apretaba una de sus manos y asentía con una pequeña sonrisa.

—Hola —su voz sonó cansada.

—¿C-cómo estás-ttebayo?

La mano del pelinegro apretó la suya, aquel gesto le generó ternura mientras lo torturó también.

—Hm, cansado —Shikamaru se quedó en silencio por un momento, al ver que no obtenía respuesta de Naruto suspiró—, ¿cómo estás tú?

—B-bien —el pelilargo apretó la mandíbula a través de la línea, podía entenderlo. Naruto estaba llorando, incluso cuando no lo dijera, lo sabía—, I-Itachi ya está consciente —agregó rápidamente, sorbiéndose la nariz—, y Deidara llevó a Sasuke a comer algo para distraerlo.

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⏰ Última actualización: Jun 02, 2021 ⏰

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