(fanart de mi querida Lolita Grandchester)
¡¡¡ADVERTENCIA!!! Contenido fuerte, si no te gusta, favor pasa de largo.
Terry perdió el control, nunca imagino que a sus treinta y dos años se sentiría como un estúpido adolescente, en un arrebato tomo el rostro de Candy entre sus manos y la beso, fue tan intenso que sus cuerpos chocaron y una electricidad se sintió entre ellos, la tomo por sus caderas acercándola a él, haciéndole sentir el grado de excitación en el que irremediablemente estaba su cuerpo, Candy se sintió poderosa, y estaba tan mojada, sus diminutas bragas se empaparon de excitación, nunca antes había hecho delirar a un hombre de la manera en que lo estaba haciendo con él, sintió que sus rodillas temblaban cuando Terry susurro a su oído.
-Estoy ardiendo por ti, ¿Qué estás haciendo conmigo Candy?, ¡no me provoques! -dijo el castaño ya con su cuerpo al límite- se apartó un poco para mirar su rostro, un brillo travieso y desafiante salió de esas esmeraldas.
- ¿Qué pasa si lo hago? -entonces Terry no se contuvo, junto sus labios con los de ella siendo más rudo esta vez, no era un beso tierno, era un beso exigente, salvaje y hasta desesperado, Candy estaba tan excitada que lo tomo por los hombros y lo atrajo más hacia ella para restregarse contra su cuerpo, no supo en qué momento llegaron al escritorio. enrosco sus piernas alrededor de las caderas de Terry dándole mejor acceso a su intimidad, su falda subió hasta su cintura y ella gimió haciendo que el fuego interno del castaño llegara al tope, ya no le importaba si era ético o no.
Mandando todo a los infiernos, Terry llevo su mano bajo su blusa, acaricio sus pechos rodeando el pezón con sus dedos, haciéndola delirar -¡Eres tan ardiente cariño!- la voz ronca de Terry se cernía sobre su cuello, mientras ella lo besaba con pasión – sus caricias llegaron a los firmes muslos de Candy haciendo que ella se estremeciera, en el momento en que encontró su centro de placer, y presiono con su cálida mano, su mente se llenó de imágenes de lo que haría con ella, froto delicadamente su pequeño botón– ohh ¡estas lista tan pronto para mí!- de inmediato Terry noto lo receptiva que estaba- Candy se estremeció ante el contacto - ¿Acaso no sabias que te podías quemar conmigo?.
Pero Candy ya no pensaba, solo se dejaba llevar, sentía la larga longitud de la excitación de Terry chocando justo en su intimidad, Terry introdujo dos dedos en la suave carnosidad de Candy haciendo que gimiera y ondeara sus caderas descaradamente hacia él- oh ¡Por favor, no pares! -decía la rubia al borde del orgasmo.
-Todavía no querida – pronuncio Terry más afectado de lo que quería sonar, pues él también estaba conteniéndose para prolongar el placer más tiempo, Terry se inclinó y poco a poco la hizo recostarse en su escritorio, ella cerro sus ojos al sentir como él la besaba y acariciaba mientras bajaba por su abdomen -¡tengo que probarte!, llevo noches soñando con eso -dijo Terry arrodillándose en el instante y colocando las piernas de Candy en sus hombros, suspiro al sentir la excitación de la rubia, rápidamente se deshizo de sus bragas y separo sus muslos y se deleitó con el olor de su sexo, paso su lengua por sus pliegues, introduciendo un poco la misma, Candy gemía como si estuviera en celo, su espalda se arqueo cuando Terry se apodero de su clítoris chupando una y otra vez, haciendo movimientos circulares con su lengua, sus caderas vibraron, y Candy tiro de sus cabellos llevando su intimidad más hacia su boca –¡sabes tan bien Candy!, eres miel en mi boca -decía Terry ya muy fuera de sí.
- ¡Oh Terry no puedo más! – decía Candy casi llegando al límite.
- ¡Aun no!, quiero hacerte pagar, por todo lo que me hiciste en clase -y así la tuvo Terry, al borde del éxtasis una y otra vez, chupando, lamiendo y probando, hasta que Candy no pudo más.
- ¡córrete Candy!, córrete para mí y luego te follare duro, ese dulce coño será mío- Candy no pudo más y se dejó ir, su mundo se estremeció viendo muchas estrellas y subiendo hasta el infinito.
ESTÁS LEYENDO
Mi Querido Profesor
FanficUna chica noble de California llega a Nueva York con un sueño, estudiar literatura y ser escritora. Trabaja en Long Island como mesera y entra en la Real academia de comunidad de escritores Saint Paul donde su mundo da un vuelco al conocer por accid...