Le dije que se cuidara y colgué, le dije adiós, mi boca lo pronunció, dije que no me volviera a buscar nunca más y mi alma lloró, sabía que no iba a pelear por mi, sabia que no haría nada de esas cosas, sin tener que pedirlas, he incluso haciéndolo, sabía que no podía hacer nada cada que me sentía insuficiente o mal, o cansada, cada que me sentía usada o engañada, sabía que no desmentiría todos y cada uno de esos pensamientos, con hechos, que me inundaban por las noches y se me clavaban por las mañanas, sabía que no vendría detrás de mi y me diría que todo había sido verdad, que no era una mentira, que "el" me amaba de verdad, que el si era real.
ESTÁS LEYENDO
El dolor no es poesía
Poesía"Quizás un corazón herido entiende cómo no causar dolor en los otros o como destrozarlos también."