Mi Sargento (Sinrin)

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POV Yerin

-Hija- mi madre me tomó de la mano, probablemente me veía tan nerviosa como me sentía- Está bien, te prometimos que haríamos todo a nuestro alcance para encontrarlas- asentí dándole una leve sonrisa agradecida- Después de todo, ellas ayudaron a nuestra pequeña Rinrin- me sonrojé, hace mucho no escuchaba ese apodo- Es nuestro deber ayudarlas.

Entramos a la academia. Mi padre había estado muy callado, pero no dejaba de revisar su celular, supuse que eran cosas del trabajo. Al llegar a la oficina de Taeyeon, esta abrazó fuertemente a mi madre.

-Yoona- le sonrió a mi padre- Taecyeon, agradezco que hayan aceptado ayudar, Eunbi es como una hija para mi- me sonrió- Leí tu carta- asentí- En otras circunstancias lo que hiciste podría tomarse como deserción, pero lo dejaré pasar porque no tuviste malas intenciones al abandonar la academia sin autorización- me encogí, pero le agradecí.

-Taeyeon, no seas tan dura con ella- mi madre me defendió, me sentía como una niña de primaria siendo regañada por su profesora y su madre interviniendo para ayudarla- Después de todo estamos aquí por ella- la Coronel sonrió- Sabes, si tu hija llega a pedirte ayuda luego de años sin hablarte para salvar al amor de su vida, simplemente corres- me sonrojé, si contaba las veces que mi madre me había hecho avergonzar desde que había ido a pedirles ayuda...

FlashBack

Nunca había tomado el transporte público, al principio me preocupaba que la prensa me reconociera, pero al parecer el uniforme militar me hacía pasar desapercibida. Luego de un viaje de poco más de una hora en metro, logre llegar a Jongno-gu, el distrito donde vivían mis padres. No estaba segura si estarían en su casa, pero igual podría esperarlos.

Al llegar al enorme edificio, subí el ascensor, ya en su piso toque la puerta del lujoso apartamento esperando a que uno de los empleados abriera, lo cual no tardaron en hacer- Señorita Jung- Hyoyeon, mi niñera abrió mucho los ojos al verme, luego estos se llenaron de lágrimas. Me abrazó fuertemente y le devolví el abrazo con las mismas emociones- Bienvenida a casa.

-Regresé, nana- le sonreí con cariño- ¿mis padres están en casa?

-En este momento su padre se encuentra en una reunión en la empresa y su madre tenía una sesión de fotos para Vogue Korea- suspiré, me alegraba que les fuera tan bien como siempre. Mi padre un hombre de negocios y mi madre una mujer entregada al mundo del espectáculo- No deberían tardar en llegar- entre a mi antiguo hogar, recordaba cuando me había ido de casa al cumplir los 18, una enorme nostalgia me invadió.

Hyoyeon me dejó sola, así que aproveché para recorrer el lugar, hacía unos 7 años que no venía. La decoración había cambiado, ahora era algo moderna y minimalista, todo en tonos monocromáticos con toques de café. Lo único que seguía igual eran las viejas fotos familiares. Todas de cuando yo era pequeña, abrazada a mis padres y sonriendo. No habían fotos de mi adolescencia, había dejado de tomarlas luego de mi secuestro.

Decidí subir a la que era mi habitación, honestamente esperaba encontrarla vacía o que la usaran para otra cosa. Al entrar me sorprendió encontrarla exactamente como la había dejado. Lágrimas caían por mi rostro mientras veía los peluches de pollitos en mi cama, las fotos en las paredes e incluso mi vieja guitarra. Era como si nunca me hubiera ido. En cierto sentido se sentía como si el tiempo se hubiera detenido para mi familia.

No supe cuanto tiempo estuve parada en el centro de la habitación llorando, la carga emocional era demasiada en este momento como para siquiera intentar contenerme. Durante años había evitado todo el contacto innecesario con mis padres , no podía creer que estuviera de nuevo en este lugar. Todo se lo debía a una persona en específico, imaginaba mi encuentro con mis padres diferente, con ella a mi lado, pero ella no estaba aquí, no podía estar aquí y precisamente por eso era que debía enfrentar la última parte de mi pasado que tanto miedo me daba.