Mi Sargento (Sinrin)

19

Eunbi

¿Por qué siempre me enteraba de cosas como estas cuando ella se lo estaba contando a alguien más? Había decidido buscarla porque quería hablar con ella sobre mi decisión, mis sentimientos. La había encontrado hablando con Kim, Choi y Park. No podía creer lo que mis oídos escuchaban, que ella hubiera pasado por algo como eso cuando solo era una niña... Y Eunseo lo supo todo el tiempo, por eso me decía que no la tratara tan mal, que no fuera dura con ella. Maldita sea.

Empecé a caminar con paso decidido hacia la enfermería. Entré sin tocar, la encontré sentada hablando con Eunha. No me importó y la agarré del cuello de la camisa, me dio una mirada asombrada.

-Sinb, ¿Qué pasó? - pregunto Eunha asustada, seguramente mi ira se veía reflejada en mis ojos. Aunque no era rabia provocada por que Eunseo me ocultara el secreto de Yerin, era rabia con los hijos de puta que la habían lastimado tan profundamente que aún tenía pesadillas, que aún lloraba por eso, que le había dejado cicatrices que yo no había notado.

-¿Por qué no me dijiste lo de Yerin? - pregunté entre dientes, ella abrió mucho los ojos - Ella estaba en mi escuadrón, todo el tiempo la trate como mierda, la golpee, por dios Eunseo - las lágrimas que estaba reteniendo se escaparon al pensar que tal vez de lo que había hecho o dicho pudo haberla lastimado aún más.

-¿Ella te lo dijo? - negué y levanto una ceja - Yo lo supe por su expediente médico, entiende que no estaba en mi poder contarte eso.

-Las escuché cuando se lo contaba a Park, Choi y Kim - lo entendía, claro que lo entendía, pero ¿qué iba a hacer con toda esta ira?, noté que todavía la tenía agarrada del cuello así que la solté - Lo siento.

-Está bien - me acarició la espalda tiernamente - Ella no es el tipo de persona que te guardaría rencor por un par de golpes y más cuando sabía que ella se los buscaba.

Era cierto, Yerin era una mujer cariñosa, amable, muy amable. Por eso sabía que ella no estaba enojada por los golpes que le había dado. Pero eso no evitaba que yo me odiara por eso.

-Sinb, sé lo que estas pensando y si sigues por ese camino vas a terminar hundiéndote sola - Eunha me golpeo el hombro para llamar mi atención - Sabemos que ella te gusta, y que debes estar frustrada por haberte enterado así - entrecerré los ojos, ella sabía, Eunha también sabía. Aprieté los dientes ¿Cómo es que no me había dado cuenta antes? - Pero no debes alejarte de ella solo porque te sientes mal contigo misma.

-¿Hace cuánto sabías?

-Desde lo del oso, ví la cicatrices en su espalda y le saqué la información a Eunseo. Pero ese no es el punto, lo que debes tener en cuenta es este momento, es que ella sigue luchando contra su pasado, no te puedes alejar de ella, estoy hablando en serio - me dio una mirada aterradora.

-¿Qué debería hacer?

-¿La quieres? - asentí - ¿Quieres que confíe en ti? - asentí - Pues haz que te cuente, debes pretender que no sabes nada - fruncí el ceño, eso era lo que menos quería hacer. ¿Cómo iba a fingir no saber nada?

-A ella no le gusta que la miren con lastima - agregó Eunseo - Deberías saberlo mejor que nosotras - sonreí, si había algo que molestaba a Jung Yerin era que le trataran como si fuera menos.

Tenía que lograr que confiara en mí, tal vez si no hubiera estado tan ocupada pensando en mis sentimientos y negándolos, me hubiera dado cuenta de sus problemas. Todas parecían saberlo, todas parecían notar cuando estaba mal que yo. Y ella parecía confiar más en cualquiera que en mí.

Salí de la enfermería para dirigirme al gimnasio, necesitaba despejarme con un poco de ejercicio. La había buscado para decirle que ella también me gustaba, que podría ser raro pero quería que nos diéramos una oportunidad. Pero después de escuchar su historia no estaba segura de si eso era lo que necesitaba.