|Día: 02/Abril/1818|

5 0 0
                                    

narra//Cristal

Estaba, Estoy decidida a irme de aquí y dejar todo atrás, no sin antes ayudar a esos pequeños, aún no podía olvidar esa palabra que tanto repetían <<Sentir mucho más dolor>>... Guarde mis cosas lo más rápido que pude y me dirigí a la iglesia, con una antorcha en mano, era de noche por lo que no sería difícil llegar sin que se den cuenta.

***

Al llegar a aquel lugar me quedé mirando la entrada con asco, deje algunas de las cosas en la entrada, entré sin hacer ruido y me dirigí a buscar la habitación de los pequeños... Estoy dispuesta a sacarlos de allí.

***

-Señorita Delerd- dijo una de las niñas abrazando mi pierna -volvio, volvio.

-No debería estar aquí- dijo un niño, que estaba junto a Copihue -Si "padre" la ve aquí se enojara y le hará sentir dolor.

-Nadie me hará sentir dolor- dije para abrir la puerta y a salir de aquella habitación siendo seguida por los niños -Y a ustedes tampoco.

Empezamos nuestro camino hacia la salida de la iglesia, Copihue, la cual ya tenía de regreso sus vendas, la cual llevaba una vela para iluminar el camino... pero no fue muy fácil salir, de alguna forma el cura se había percatado de lo que estaba pasando y nos empezó a perseguir.

Aunque él era rápido y llevaba un arma, Copihue fue mucho más lista ya que le arrojó la vela mientras que nosotros escapamos. Escuchábamos sus gritos desgarradores mientras él ardía en las llamas, que poco a poco iban consumiendo su cuerpo y el resto de la iglesia.

-¡Vamos!- dije mientras seguía corriendo y tomaba a los más pequeños en brazos.

***

Estábamos todos corriendo lo más lejos de aquel lugar, no solo de la iglesia y el palacio, sino que también de ese horrible Imperio, era sólo correr y no mirar atrás. El camino sería largo y agotador, pero no importa, no más.

El secreto de la IglesiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora