"no existes y tengo que estar drogada todo el tiempo para sacarte de mi cabeza."
escenarios dónde la lectora interactúa con los personajes de attack on titan, sin embargo, estos claramente no existen y su único recurso es drogarse.
- capítulos cort...
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—Te ves bien hoy, eh. —Adulé a mi amigo al por fin encontrarlo.
—Yo siempre. —Con su mano peinó su cabello hacía atrás mientras sonreía.
Había acordado encontrarme con Jean en la plaza para que fuésemos a comer algo. Había estado en comunicación con él, pero hace un tiempo que no nos habíamos visto y ya hacía falta una salida entre nosotros.
Sonreí por su comentario. —Ven, ya vámonos que muero de hambre.
Comenzamos a caminar por los pasillos de la plaza mientras discutíamos a que lugar entrar a comer.
—¡Pero en chilli's tienen unas hamburguesas excelente!
Bufé, ya tenía hambre así que no perdería tiempo discutiendo con él.
—¿Sabes qué? ¿Sabes qué? Sí.
—¡Sí! —Pegó un brinquito de celebración al mismo tiempo que levantó su puño por lo mismo.
Entramos al restaurante y pedimos lo que quisimos, mientras esperábamos nuestra comida platicamos un poco entre nosotros hasta que incluso notamos como unas chicas que estaban sentadas en la mesa de nuestro lado volteaban en nuestra dirección.
—Lo que pasa es que es inevitable voltear a verme. —Comentó Jean en voz baja hacía mí.
—Sí, claro claro. Seguramente es eso. —Respondí burlesca.
Nuestra comida llegó y comenzamos a disfrutarla, fue una tarde muy agradable junto a él sumando el hecho de que no nos habíamos visto. Platicamos variedad de temas e incluso nos desahogamos personalmente, pero me sentía cómoda y segura a su lado, así que estaba totalmente bien.
...
—Espero que esto se repita pronto.
—Espero lo mismo. —Sonreí antes de subirme a mi taxi, ya iba a irme a mi casa al igual que él a la suya pero mi transporte llegó primero.
—Nos vemos, te quiero, por favor cuídate mucho, ¿sí?
—Igual yo a tí, te quiero. ¡Adiós! —El conductor comenzó a manejar hasta mi casa.
No fue un trayecto largo, tardé poco menos de un cuarto de hora para llegar a mi casa. Pagué el taxi y entré estirándome y dejando mis cosas en la entrada.
Hasta que noté que traía una bolsa de comida del restaurante.
Abrí la bolsa plástica y era la comida que Jean había pedido, estaba intacta.
—Debe ser un error, o tal vez hasta se le olvidó. —pensé.
Saqué mi teléfono para enviarle un mensaje, pero no podía encontrar su número ni su contacto, nada.
Tras haberme rendido, me dejé caer sobre el sofá de mi casa, dejando el teléfono a un lado mío.
—Está vez el efecto debía de ser más duradero, ¿por qué no pudiste quedarme en mí mente un poco más, jean?
