╭─────╯ ╰─────╮Nurse
╰─────╮ ╭─────╯
Los ojos marrones veían de arriba hacía abajo el papel en las manos femeninas, la castaña estaba atenta a cualquier cosa fuera de lugar en dicho contrato.
—¿Alguna pregunta? — el hombre mayor de cabellos azabaches se inclino hacia la chica castaña.
Tan solo estar cerca Ochako pudo inhalar el olor a perfume y cigarrillos arrugo ligeramente la nariz y el chocolate se fijo en la oscura mirada del contrario, el era un hombre mayor por supuesto deducía que era mayor que ella apreciando el rostro ajeno podía notar que tenia una barba muy corta seguido en que sus pupilas rondaron hacia arriba observaron los ojos con grandes y notables ojeras.
—N-Ninguna señor Aizawa-san— carraspeo después de ese acto a lo que el mayor se alejo sin alguna vergüenza notable.
—¿Y bien?— El azabache se recostó por completo en su acolchada silla y sus pies subieron a la mesa frente a el pisándolos en la madera algo despreocupado —Si decide tomar el trabajo empezara mañana en la hospital psiquiátrico Yuuei. Por supuesto le recuerdo que su trabajo seria lidiar con los pacientes de rango A.— recordó el de larga cabellera.
La Uraraka apretó un poco el contrato y suspiro este trabajo era su única alternativa, después de graduarse en medicina con una nota considerablemente baja siempre era rechazada al momento de hacer una entrevista como enfermera y todo esto la arrastro a tener que buscar trabajo en aquel demandado hospital. Por supuesto habían varios rumores a cerca del lugar un ejemplo era que algunas enfermeras morían y ellos cubrían su muerte y otras eran que ahí se internaba el asesino Tomura quién hizo una masacre y culpo a su mano de todo.
La economía de la castaña era no muy estable y temía perder su casa mientras sus trabajos de medio tiempo solo le servían para cubrir los gastos de los mercados y las cuentas del agua.
Un pequeño suspiro hizo que los ojos negruzcos se fijaran en la cara algo frustrada, Ochako tomo un bolígrafo de la misma mesa y el hombre bajo sus píes de dicho lugar ya sin mas que deducir vio como perfectamente la firma de la contraria se encontraba escrita en el pedazo de papel. Después de un parpadeo la ojerosa mirada se fijo en la cara femenina algo nerviosa.
—Te veré mañana, por cierto, te advierto que tengas cuidado— la voz masculina sonó al momento en que el hombre luego se dirigió al abrir la puerta detrás suyo.
—¡Lo tomare en cuenta! — asintió para poner una gran y bonita sonrisa procediendo a pasar por la puerta y finalmente irse.
ESTÁS LEYENDO
La Única Cura para la Locura. •OchaHarem• •AU Zick•
DiversosNadie los comprende... Creen que están locos y quizá tengan la razón Pero quién diría que una chica podría hacerles aspirar esperanza. Alguien que no proyectaba venganza o querer dañarlos... Alguien que de verdad se veía preocupada Que sabía hablarl...