2. 💫

987 131 15
                                    

—Seo Johnny, ¿A dónde me estás llevando? —Doyoung iba de la mano del chico de cabellos castaños caminando por todo el departamento con una venda en sus ojos, no sabía que era lo que estaba planeando, solo estaba concentrado en no caerse.

—Shhh —dijo exageradamente Johnny haciendo reír a Doyoung. —Tu sígueme.

Llegaron a la cocina con mucha dificultad, Doyoung se pegó como doscientas veces en la pared y Johnny solo podía pedirle perdón hasta que se cansó y mejor se lo llevó cargando.

—Ok ¿Listo? —al recibir un asentimiento como respuesta, Johnny quitó la venda de los ojos del pelinegro mostrando con sus manos el lugar. —¡Ta-dah!

La cocina estaba decorada por muchos corazones que Johnny tardó una semana entera en hacer, la mesa tenía un mantel color blanco y en medio de ella habían varias velas junto a la vajilla acomodada de una forma que se viera elegante.

—¿Hiciste esto para mi? —Doyoung miró sorprendido al mayor quién solo rascó su nuca con sus mejillas completamente sonrojadas. —Johnny, es muy lindo...

—Lo hice ya que no podemos tener citas en lugares públicos —Johnny recorrió la silla para que Doyoung pudiese sentarse, una vez lo hizo el se fue casi corriendo a su lugar. —No es nada elegante pero pedí pizza y tenemos jugo de naranja.

—Es perfecto.

Ambos comieron mientras se contaban lo que habían hecho en el día y bromeaban con cualquier cosa que se les ocurriera. Nada había cambiado desde que sabían que se gustaban, Johnny seguía tratando a Doyoung como si fuera su pequeño bebé y el pelinegro siempre anda risueño alrededor de John tratando e llamar su atención.

Y entonces, sucedió.

—Doyoung —dijo Johnny llamando la atención del pelinegro quién estaba contando cuantos pedacitos de piña tenía la rebanada de pizza, si era un número impar le quitaría un pedazo.

—¿Sí? —respondió una vez que terminó dándose cuenta de que Johnny lo miraba con ternura.

—Tal vez sea muy pronto y me termines arrojando un vaso de jugo a la cabeza, pero... —el mayor tomó una de las delicadas manos de Doyoung con una sonrisa. —En verdad me gustas mucho, ¿Quisieras ser mi novio?

Doyoung casi se deshace ahí mismo, pensó que moriría esperando a que Johnny le preguntara, el no lo haría porque era muy tímido para esas cosas y sabía que al final arruinaría todo, pero Johnny lo hizo perfecto.

—Sí.

Celebraron su reciente noviazgo compartiendo un beso más largo que los otros, Johnny estaba muy feliz, su corazón latía a una velocidad inimaginable, casi sintiendo que se saldría de su pecho y su estómago sentía las típicas mariposas revoloteando en su interior.

Todo era perfecto.

Saturno ¡! JohnDoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora