Amanecer contigo

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Su mirada me transportó a un recuerdo del cual tampoco me olvidaría nunca.
Yo era una persona que solía sufrir de pesadillas constantes,y Marco siempre dormía a mi lado para tranquilizarme,su voz y sus caricias hacían que pudiese volverme a dormir,sabiendo que él me protegía.
Una noche tuve una pesadilla muy fuerte, me desperté muy agobiado y agitado, e incluso su voz no fue capaz de calmarme para poder reconciliar el sueño. Rápidamente Marco me cogió del brazo y me levantó de la cama. No sabía a donde quería ir, pero me fiaba de él completamente,y sabía que sus ideas siempre acababan siendo las mejores. Salimos sigilosamente sin despertar a los demás fuera del dormitorio y también de la cabaña donde dormiamos todos los cadetes.
-Pero Marco-miré mis pies y luego los suyos-vamos descalzos.-parece que no le dio importancia porque agarró mi mano y me arrastró suavemente hasta afuera. Mis pies descalzos tocaron la fina hierba que,a pesar de ser verano, estaba fría por el rocio de la noche.
En dirección hacia la colina donde se encontraba nuestro árbol seguí a Marco.
Nunca había visto la ciudad tan silenciosa y calmada,tan solo un pequeño grillo se escuchaba a lo lejos,y el agua del río,acompañaba al canto de unos pequeños pajarillos que se escuchaban con la salida de los primeros rayos de sol.
-Marco...-dije mientras cruzábamos el río. Estaba muy frío, y las pequeñas rocas redondeadas por la acción del agua hacía más difícil su cruzar.-¿a donde estamos yendo?-pregunté con curiosidad. Realmente no tenía ni la menos idea cual era su objetivo. Una vez hubimos pasado el río me cogió de la cintura y me arrastró hasta que nuestras caras estuvieron a pocos centrímetos una de otra,incluso nuestras narices podían llegar a tocarse.
-Ya lo verás-dijo sonriendo con malicia- no seas impaciente Jambo.-tras estas palabras, me soltó y siguió andando. Odiaba y me encanta a la vez que hiciese ese tipo de cosas. Marco sabía que me ponía de los nervios que cualquier persona me llamase así.
Reguñí y trote para ponerme a su altura. Tras seguir caminando durante unos minutos llegamos hasta nuestro sitio favorito. Nuestro querido árbol. Pero allí había una escalera que no había visto antes.
-El otro día encontré esta escalera apoyada en nuestro querido árbol-comenzó a decir Marco- al principio iba a apartarla,¿como se atreve alguien a molestar a nuestro querido árbol?-dijo mientras dejaba escapar una pequeña risa. Yo solo podía fijarme en que estaba guapísimo con el pelo medio despeinado y recién levantado. Maldito enamorado-pero luego pensé que podría ser útil- continuó. En ese momento acomodó la escalera y comenzó a subir por ella,¿hasta donde quería llegar?. Se detuvo en una gruesa rama que salía del tronco principal. Poco a poco se acomodó y se sentó en la rama apoyando su respaldo en el tronco de aquel hermoso árbol lleno de hojas verdes. Se giró y me miró sonriendo-¡vamos Jean!-exclamó animándome con un movimiento de su brazo.
¿Pretendía que con mi característica torpeza subiese hasta ahí arriba? Me acerqué a la escalera y miré hacia arriba,estaba realmente alto,pero sabía que Marco no bajaría,él quería que yo subiese. Empecé a subir como pude,tambaleándome entre los escalones. Cuando ya casi había llegado hasta la altura de Marco,mi torpe pie resbaló con el último escalón. Marco agarró con fuerza mi brazo. De no ser por él me hubiese llevado una buena ostia. Tras aquel emocionante momento me ayudó a subir hasta la rama donde se encontraba ,me acerqué y me puse a su lado.
-¿No es precioso el amanecer?- dijo mirando al horizonte. Pequeños rayos de sol podían verse que salían de debajo de las murallas. Pero yo apenas me había fijado porque estaba embobado en los rayos de sol que penetraban en sus ojos,haciendo que se volviesen como la miel. - tiene que ser emocionante ver el amanecer fuera de las murallas-dijo suspirando. Me prometí a mi mismo que algún día le daría aquella oportunidad.
A Marco le encantaba el cielo. Le encantaba ver los atardeceres y amaneceres. Desde pequeño se quedaba hasta tarde para disfrutar del atardecer y se despertaba bien temprano para poder ver la salida del sol. En muchas ocasiones me quedaba con él,pero el sueño siempre acababa venciéndome.
Observé el horizonte,cada vez los rayos eran más luminosos y fuertes,incluso, empezaba a hacer daño a la vista. Apoyé mi cabeza en su hombro y solté un pequeño bostezo, debía ser realmente pronto, y las noches anteriores sin dormir no ayudaban. El cielo cada vez estaba más naranja y el canto de los pajarillos podía escucharse como banda sonora de aquel momento,junto a la pausada respiración de los dos. Nuestros descalzos pies volaban por encima del césped que se había quedado bajo nosotros.
Marco cogió suavemente mi mano,entrelazando cada uno de nuestros dedos. Quería mucho a aquella persona,y me hacía realmente feliz y seguro estar con ella. De repente un suave canto comenzó a salir de los labios de Marco,me sobresalté y me giré para poder mirarlo.
-"I can dim the lights and sing you songs full of sad things
we cab do the tango just for you"- Marco seguía mirando hacia el horizonte sin mover más que los labios,pero en cuanto hubo dicho la primera frase ya supe qué canción era. Aquella canción que Marco me había cantado y bailado muchas veces cuando nos encontrábamos solos en la habitación. Una canción que su madre le había recitado la cual comentaba que su padre cantaba junto a ella cuando aún seguía con vida. Sabía que aquella canción era muy especial para él,y que ahora también lo era para mi, porque la compartía conmigo.
*"I can derenade and gently play on your heart strings
Be a valentino just for you"- prosiguió. Su voz accapela era realmente hermosa y lo hacía muy bien. Seguía el ritmo de la canción a la perfección,como si el piano le acompañase,alargando las notas en su momento justo y haciendo las debidas pausas. Me encantaba aquella canción y no podía parar de observarlo,a pesar de que él seguía mirando al frente,pues los rayos de solo cada vez eran mas intensos y asomaban más por encima de la alta muralla. De pronto,se giró y me sonrió.
*"Ooh love
Ooh lover boy
What're you doin' tonight
hey boy!"
Recitó esto último sonriéndome y sin parar de mirarme. Él conocía que aquello me ponía súper nervioso,y que me avergonzaba, y por ello lo hacía aposta. Pero aún así me encantaba que cantase. La comisura de mis labios dibujaron una pequeña y vergonzosa sonrisa poniéndome casi tan rojo como el sol.
Se detuvo unos segundos,como si estuviera recordando algo, volvió a mirar al frente, el solo ya se podía ver por encima de la muralla. Se había perdido su momento favorito solo por mirarme a mi.
Volvió a mirarme,esta vez aún más cerca de mi cara, pudiendo escuchar su respiración.
*When I'm not with you
Think of me always..."
En ese momento se calló. Lo miré extrañado,aun quedaba un verso para terminar aquella estrofa. Me miró fijamente dejando escapar una pequeña sonrisa que formaban sus labios. Entonces lo entendí.
¿Pretendía que yo terminase la estrofa?. Odiaba cantar porque creía que lo hacía fatal y menos delante de él y de lo que acaba de recitar. Giré mi cabeza hacia los lados en forma de negación,pero Marco asintió.
-Love you,love you...- dije susurrando con la cabeza gacha y con la boca pequeña. Mi cara debía parecer literalmente un tomate porque me ardía. Marco rió y no paró de mirarme.
Aquella mirada tan profunda de verano como la que me encontraba ahora entre la nieve.
-Marco...perdóname por dejarte aquel día solo...perdóname de verdad,yo no sabía lo que hacía...el miedo se apoderó de mi...fui un cobarde- dije mirando hacia el suelo. No podía mirarle a la cara mientras decía aquello. Me cogió de la barbilla y levantó mi cara.
-Lo importante es que has venido ahora. Mejor tarde que nunca- levanté la vista y busqué una sonrisa en él,pero no la encontré. Estaba serio. Y entendía porque. Aquellos tres años debieron de haber sido muy duros,tanto,que incluso le quitaron la felicidad al alma más pura que jamás hubiese conocido.
Agarró mis dos manos suavemente,observando cada uno de mis dedos. Poco a poco fue separando sus manos de las mías,muy lentamente. Suspiró. Buscó algo en el bolsillo trasero de su pantalón y sacó algo que no podía ver ya que lo escondía detrás suya.
De repente una pequeña daga llena de sangre cayó manchando la nieve. Abrí mucho los ojos,no sabía que estaba pasando. Levantó su mano derecha. Un corte diagonal en la palma que había besado hacia unos minutos sangraba sin parar.

Artista del dibujo de la imagen: @/kaa-06n2 en tumblr.

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