La nieve contra mi bota hizo un leve ruido. Allí estábamos, junto a los copos que cubrían nuestras cabezas de blanco.
Miré hacía delante,donde se encontraba una pequeña casa de madera. La nieve también caía sobre ella como si de un árbol se tratase. Una pequeña ventana destacaba entre los tonos marrones oscuros y un claro manto blanco. Miré hacía Connie,que ya no lucía su corto pelo gris, hacía tres años que había decidido dejárselo largo,y aunque no tenía mucho pelo,sus mechones grisáceos y marrones podían notarse debajo de los pequeños copos. Al contrario,la cabeza de Sasha estaba resguardada en una gran capucha que la protegía del frío,así que no podía ver la expresión de su rostro.
Escuché unos pasos tras de mí. Al momento pude distinguir que se trataba de Hange y el capitán Levi,los cuales acababan de bajar del Zepelin que nos había traído hasta aquí. Este lugar lleno de individuos extraños y demonios que nos habían arrebatado la vida a todos nosotros y a los que ya se habían ido. Pero sabíamos a lo que nos enfrentábamos.
Cuando Hange y Levi hubieron llegado a nuestra altura,seguimos caminando hasta la pequeña cabaña que se nos mostraba enfrente. Pequeña pero donde cabían grandes monstruos como aquellos a los que dentro albergaba. No disponíamos de equipos tridimensionales pero si llevábamos armas para mayor seguridad. Levi,con su característica seguridad nos adelantó,poniendo el primer pie sobre la pequeña escalera que llevaba hacia la puerta de la cabaña.
-Vamos sacos de mierda,daos prisa,esto me impacienta- nos animó.
Hange trotó hasta llegar a su lado, y Connie,Sasha y yo aceleramos el paso.Levi abrió la puerta dando un portazo contra la pared. No entendía como aquel muchacho tenía ese poderío para lo canijo que era. Realmente le admiraba. Tenía una alta confianza en si mismo o al menos así lo aparentaba, cosa que yo envidiaba de forma evidente.
Se sacudió las botas al entrar para no manchar la madera vieja que cubría el suelo de la cabaña. Tras él pasó Hange,pero esta,no tuvo el pequeño detalle que había tenido Levi. Nosotros aguardamos en la terraza esperando la orden de Hange.
Se escucharon voces que reconocí al instante,Reiner y Bertholtd. En ese momento vimos el brazo de la muchacha señalándonos. Era la señal. Pasamos uno tras otro a la cabaña. Era un sitio acogedor con una fogata ardiente,aunque la presencia de aquellas dos personas lo hacía totalmente inseguro y frío.
Tras nuestros ojos se encontraban aquellos susodichos. Reiner se encontraba con una mirada cambiante en el sofá. Tenía una postura de dominancia. Apoyaba sus codos en sus piernas y miraba al suelo. En cambio,los ojos de Bertholtd estaban totalmente clavados en nosotros,como si de astillas se tratasen. Este se encontraba de pie,apoyando su mano en el sofá. Su mirada penetrante daba miedo. No era el Bertholtd que yo había conocido hace tres años,ese Bertholtd impostor que nos hizo creer a todos que alzaban sus corazones por Paradis. Se notaba cansado,con grandes ojeras y una cara enferma al igual que Reiner,incluso podría asegurar que habían adelgazado notablemente. Realmente se veían en la mierda.
-¿Qué es lo que queríais hablar?, ¿de que trato hablamos?-dijo Levi con firmeza.
Pero ninguno de ellos respondió. Reiner seguía mirando al suelo,parecía como si no quisiese o no pudiese hacer frente a aquella situación,Bertholtd, se limitaba a mirarlo pero sin dar respuesta.
-Queremos a Annie-respondió Reiner entre dientes sin apartar la vista del suelo.
Por su mandíbula pude notar como apretaba los dientes.
-¡¿PERO DE QUE COJONES OS CREÉIS QUE HABLÁIS?!-dijo gritando Levi. Pegó un fuerte puñetazo a la mesa,lo cual hizo que los vasos llenos de alcohol diesen un pequeño respingo sobre la mesa de madera. A pesar de que Levi parecía controlar la situación y tener arrinconados a Reiner y Bertholtd, se notaba una fuerte tensión entre los tres,y una pequeña gota de sudor resbalando por la frente de Levi lo reflejaba perfectamente.
Entonces,se escucharon unos pasos que bajaban por la escalera del piso superior de la cabaña. Unos botas negras bajaban escalón a escalón. Tanto Levi,como Hange,y Connie y Sasha miraron hacia la derecha,donde se encontraba este sujeto. En cambio Reiner y Bertholtd no lo hicieron,lo que significaba que ya lo conocían y que sabían que se encontraba allí.
Según iba bajando podíamos ver que vestía una larga gabardina similar a la nuestra pero de color beige,con unos pantalones del mismo tono,y en su brazo portaba un brazalete de color rojo con una estrella integrada. Esto quería decir que tenía el poder de un titán cambiante,de aquellos demonios, así que debíamos tener cuidado y esto se notó al fijarme en las caras de mis compañeros.
En cambio cuando volví a girar la cabeza para
ver su rostro, desearía que hubiese sido cualquier otro menos ese.
Podría haber reconocido esas pecas pasasen los años que pasasen. Era mi sol. La persona que no había parado de dejar de ver en sueños. La persona por la cual había llorando y en cambio,había seguido hacia delante. Marco. Y ahora se encontraba en Marley,junto a aquellos monstruos.
No supe reaccionar,la ira,felicidad,confusión y tristeza se apoderaron de mi. Cuando hubo terminado de bajar el último escalón,me abalancé sobre él y no supe ni si quiera porqué. Se suponía que estaba muerto,y allí lo tenía, ante mis ojos. Cogí sus muñecas y le miré a los ojos. Uno de ellos llevaba un parche,y tenia cicatrices marcadas por toda la cara. A pesar de ello se notaba en mucho mejor estado que Reiner o Bertholtd.
-¿Marco?-pregunté con los ojos llorosos.
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El encuentro en Marley
FanficJean y sus compañeros vuelven a Marley en un frío día de invierno,con el objetivo de atrapar a Reiner y Bertholt,pero alguien más los espera allí...Marco no estaba muerto. Fanart original de "Delaney Ramer" en Pinterest :) Derechos de autor a Isayam...