Junio del 2011
Una tarde, se reunieron 17 chicas dentro del viejo Club DuBois, el cuál obreros trataban de renacer su fachada.
Detrás del escenario, en una habitación de 8x6mts, dos filas se armaron una de ocho mujeres, y otra de nueve justo atrás de esa.
Me formé en la última fila, Giselle nos había otorgado un tatto temporal personalizado con la imágen de distintas flores para cada una. Pidió colocarnos el tatto en un lugar visible, de nuestra preferencia, y ya que traía una blusa de tirantes coloqué el mío en la parte trasera de mi hombro izquierdo (una rosa roja con el nombre "Rose" bajo ella)Mientras Giselle, nos daba la bienvenida; la chica a mi izquierda con una flor de Loto en su hombro derecho, ojos rasgados, cabello negro y flequillo, me observaba de una forma morbosa; así que...
-¿Qué? ¿quieres una foto?
-Quisiera más que eso- bajo su mirada a mi trasero
-pff, si claro...-mofé
-Vamos... -sonrio relajada- soy buena con la lengua- mojó sus labios con su lengua y mordió el inferior.
-Escucha, sé que en Japón les encanta jugar a las lesbianas- realmente no sabía si era de Japón pero fue el único nombre del continente asiático que se me vino a la mente - pero... yo no soy tortillera.
-Pues tampoco eras puta y henos aquí.
- que hija de... !
-Algún problema Rosalind?- interrumpió Giselle
-Loto no ha dejado de mirarme el culo desde que llegué.
-perdón pero ¿no mencionó ud, que debemos ser versátiles? Sólo quiero asegurarme de que Rose cumpla con los parámetros, puede que no tenga las aptitudes... O las agallas - dio una sonrisa retorcida.
-Es eso cierto Rose?
-Cuando me contrataron, no me explicaron los parámetros a cumplir.
Giselle levantó leve la ceja y sonrió brevemente de manera brusca.
- Si alguien más, siente que no está preparada o está en desacuerdo con la manera de trabajar. Tienen total libertad de decirlo, y pueden retirarse del lugar, siempre y cuando devuelvan el adelanto que se les fue entregado a inicios de su contrato... ¿Rose?Podía simplemente decir que no estaba de acuerdo, devolver el dinero y olvidarme de todo esto, así de simple si no lo hubiera usado, por lo tanto solo guarde silencio y acenti.
-Creo que tendrás que empezar a ser más flexible... -Loto susurró en mi oído.
-Sí, pero no contigo... - tomé a la persona que estaba frente a mi, la voltie y besé, fue un beso sucio, candente, mis mejillas ardían y la temperatura de mi cuerpo comenzó a subir levemente. Era primera vez que besaba a una chica, supongo que no es tan diferente a un hombre. Mi mano colgaba de su rostro y con la otra acaricie su trasero de forma morbosa. Loto simplemente voltio sus ojos y regresó a su lugar.
-Bien Rose, mostraste tu punto. Separence, gracias por abrir paso a las reglas.
La solté y con aires de victoria y volví a mi puesto
-soy Jasmine por cierto- susurró aquella chica a la que besé.
-Encantada de conocerte, soy Rose. - le devolví el susurro.
-Antes que nada, Les explicaré nuestras reglas.
Reviso su tablón1. La privacidad es su derecho y su obligación, esto implica qué el nombre que se les dio al llegar aquí es el único nombre con el que se las conocerá a partir de ahora, consideren el tatto como gafete de práctica en el kínder para aprenderse su nuevo nombre.... -rio sarcástica - está prohibido que compartan detalles de su vida, me es irrelevante si fuera de aquí son lo peor de la sociedad, una vez crucen esa puerta se convierten en una de las flores de Madame DuBois, y tienen que ser perfectas.
2. Esta demás informarles que las relaciones sentimentales de: personal a clientes y entre el personal. Están prohibidas, eso incluye aceptar regalos, citarse fuera del club, etc.
3. Sin teléfonos, credenciales, ni nada distintivo que diese alguna pista que tiene "una vida fuera de aquí"
4. Está me gusta llamarla "Honor entre ladrones", a diferencia de otros trabajos, aquí no se compite por ser el empleado del mes, la cuota a cumplir es la misma para todas y las remuneraciones son exactamente las mismas. Cada una posee el mismo talento, belleza y atributos.
Si existe alguna disputa ambas serán echadas sin importar quién inicio la pelea... Supongo que no causarán más problemas ¿verdad, Loto.. Rose?
Ambas solo miramos hacia otro lado, y guardamos silencio.-Cuando se les pregunté algo deberán responder "si, madame" "no madame"
Las infractoras de cualquiera de estas reglas, deberán asumir las consecuencias ¿Alguna duda?-No madame- respondimos todas al unisono
-Bien continuemos -caminó unos cuántos pasos y dobló un viejo separador ambiental de madera y papel , que ocultaba unas cuantas cajas de cartón, al quitarlas se podía observar un cuadro dibujado en el piso -Esta será su entrada y salida
-Pero eso es solo un dibujo en el piso - soltó Verónica.
-Efectivamente, aún están a mitad del túnel pero cuando lo terminen está será la única vía que tendrán para salir, del otro lado camionetas, esperarán por uds y las acercarán a sus casas.
-¿Por qué no sólo salir por la puerta? -gruñó Dalia
-Y ¿por qué quitarle lo divertido?- Preguntó Giselle con falso entusiasmo- Escuchen chicas, uds son parte de la nueva generación del club porque así lo decidí, les sugiero que no hagan preguntas porque también comenzaré a cuestionarme el ¿Por qué las elegí? , No quiero sonar grosera pero... Son bonitas, no irremplazables; piensen en eso cuando sientan el impulso de hacer una pregunta innecesaria.
La frialdad con la que hablo, como si tuviese un hielo en la garganta, dejó en claro que había un límite el cual respetar; y aunque no la mencionó como tal, la última de las reglas estaba implícita, No cuestionar.
-De este lado tenemos el corredor a las habitaciones, síganme- esquivando los trozos de concreto en el piso, logró llegar al pasillo un tanto estrecho y a lo largo de el, diecisiete puertas. -Cada una tiene su habitación, dentro de ellas encontraran un pequeño baño con ducha, para asearse antes y después de estar con un cliente.
Al final del pasillo a mano izquierda, se divisaba con dificultad una escalera. Sentí curiosidad y pregunté.
-No sabía que teníamos segundo piso...
-Todo a su momento, Rosalind...