CAPITULO 31 LA JARRA DE VINAGRE SE VOLTEA

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A la mañana siguiente Yu Zhao llevó a Jiang Wei de regreso a su apartamento.

Era sábado y mientras conversaba con An Huai sobre los fondos Yu Zhao lo invitó a casa, Jiang Wei se encontraba en estudio y le dijo al ama de llaves que preparara la comida para una persona más al mediodía.

Pero no esperaba que An Huai llegara antes de las 11 en punto y el mayordomo no había comenzado a cocinar, Jiang Wei era el chef el día de hoy An Huai se ofreció como voluntario para ayudar a cocinar juntos.

Jiang Wei frunció el ceño y aceptó la entrada de An Huai a la cocina.

Yu Zhao nunca ha hecho nada en la cocina desde que era un niño no es exagerado decir que es un asesino de cocina de alto nivel al ver a An Huai siguiendo a Jiang Wei apretó la naranja en su mano con un poco de amargura.

El dulce jugo brotó y llenó su mano.

Aparte de la infelicidad en el hotel ayer tenía que soportar que An Huai es un buen socio de comunicación habla de manera ingeniosa y graciosa tiene amplias reservas de conocimientos y ha tenido cuatro años de experiencia en estudios en el extranjero.

Cuando Yu Zhao entró en la cocina con el pretexto de lavarse las manos An Huai estaba sentado frente al bote de basura pelando patatas charlando con Jiang Wei sobre la historia del Louvre con una sonrisa en el rostro.

Jiang Wei vestía ropa casual en casa sus mangas estaban subidas hasta sus antebrazos para revelar hermosas líneas musculares y vestía un delantal blanco puro con encaje en el pecho estaba friendo huevos en un wok.

Al ver a Yu Zhao entrar apenas lo miró y continuó concentrándose en sus platos.

¿De qué hay que hablan? Es tan divertido.

Yu Zhao se frotó el dorso de la mano con enojo frotando un área la cual se puso roja sin darse cuenta, se quedó mirando un olmo en ciernes fuera de la ventana y el sonido del agua corriendo sobrepasó el sonido de la charla entre los dos.

"¿Qué quieres? Mis manos se están pelando".

Aunque Jiang Wei estaba charlando con An Huai dividió una pequeña parte de su atención en Yu Zhao al ver que todavía se frotaba el dorso de las manos.

 Sus manos estaban heladas por el agua y cuando se sintió la temperatura de la palma de Jiang Wei se negó a soltarlo curvado un poco los dedos, esto hizo que An Huai a su lado creyera erróneamente que los dos estaban tomados de la mano.

Sin darse cuenta cortó un gran trozo de la papa.

“¿Por qué te lavas las manos durante tanto tiempo?”

Jiang Wei se quitó la tela limpia y perfumada que colgaba de la pared, envolvió la mano de Yu Zhao en ella y la frotó con cuidado para absorber toda el agua.

En la cabeza de Yu Zhao es como un estudiante de escuela primaria siendo educado por el maestro y a Jiang Wei se le permite frotar su mano una y otra vez hasta que la temperatura de su mano se acerca cada vez más a la temperatura de su cuerpo.

An Huai no pudo entrar en su atmósfera y comenzó a pensar si su grabación de ayer no jugó ningún papel, a Jiang Wei parecía que no le importaba en absoluto este asunto.

Jiang Wei estaba limpiando sus manos antes de darse cuenta de que algo andaba mal en el pasado Yu Zhao nunca le dejaba tocarlo por más de 3 segundos.

Siempre que Jiang Wei se acercaba Yu Zhao lo evitaba y saltaba lejos.

Después de lavarse las manos y secarlas Yu Zhao miró alrededor de la cocina y descubrió que no podía encontrar un lugar donde ayudar, por lo que tuvo que pellizcar la esquina de su ropa y salir de la cocina.

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