━━ℝ𝕚𝕧𝕒𝕝𝕚𝕕𝕒𝕕 ; ʜᴇʀᴍɪᴏɴᴇ ɢʀᴀɴɢᴇʀ

cap 9

Bellatrix comenzó su domingo en lo que podría resumir mejor como un estado de ánimo 'gris'. No estaba feliz, no estaba enojada, solo estaba… Flotando en un mar de emoción plana. Desde que regresó de su tutoría el jueves, casi no había tenido entusiasmo. Era un estado de ánimo que sus hermanas no echaban de menos. Narcissa se dio cuenta de que algo estaba molestando a su hermana mayor, pero no identificó una causa. Sin embargo, Andrómeda sabía que algo estaba pasando y la razón aproximada de por qué. Saber que su hermana podía darse cuenta llevó a Bellatrix a intentar una actitud algo alegre e incluso hizo todo lo posible para aterrorizar a algunos de los primeros años de Gryffindor como una forma de deshacerse de Andrómeda.

El resultado fue mediocre en el mejor de los casos. En todo caso, Andrómeda estaba más agitada por su actitud forzada que por su falta de uno. Siempre había sido capaz de sentir y trabajar con sus estados de ánimo más que Narcissa. Narcissa era propensa a frustrarse con su hermana y deambular hasta que se calmara, mientras que Andrómeda se pegaba al lado de su hermana. En general, la llevó a intervenir antes de que Bellatrix pudiera volarle la cabeza a alguien que no se lo merecía, aunque ahora solo la hacía sentir asfixiada.

Durante todo el desayuno en el Gran Comedor, Andrómeda no había estado a más de unos metros de distancia y se había encargado de proteger a su hermana, defendiéndose de los hermanos Lestrange y otros Slytherin que parecían querer su atención.

Bellatrix pudo sentir que su estado de ánimo se agriaba aún más cuando Emelia nunca se presentó a desayunar. Tenía muchas ganas de conversar con la bruja y explicarle sus acciones. Tal vez incluso disculparse si se sentía lo suficientemente generosa. Pero nadie la había visto excepto en las clases del viernes. No se había presentado a las comidas y parecía desaparecer tan pronto como fueron liberadas. El sábado había ronroneado lo mismo, sin vista ni palabra. Bellatrix sentía repugnancia por agacharse para tocar la puerta de la chica para llamar su atención, pero a este paso no parecía que tuviera otra opción.

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Mientras su hermana estaba absorta en una discusión silenciosa, un chico de Ravenclaw, Bellatrix se despidió. Empujando su plato frío de huevos y tostadas lejos de sí misma, salió del Salón y se dirigió a una de las escaleras principales. Su estado de ánimo se había agriado lo suficiente hasta el punto en que sintió ganas de desahogarse y el único lugar seguro para hacerlo en el castillo era la sala de ir y venir. Desde que supo de su existencia en su quinto año, lo había usado como un refugio seguro para desahogar sus frustraciones o pasar tiempo estudiando sin las incesantes distracciones de otros estudiantes. Incluso sus hermanas desconocían su ubicación y habían aprendido que solo la encontrarían cuando quisiera.

Su tiempo en la sala la había ayudado cuando estudiaba para los exámenes y los OWL, dándole un gran espacio de trabajo abierto. Levantaba una copia cercana de la biblioteca cada vez que necesitaba tiempo y espacio para irse, laboratorios bien construidos para experimentos de pociones que contenían hermosos equipos nuevos y objetivos de práctica para cuando el hechizo estaba en su mente. Incluso había sido útil cada vez que se sentía agotada o insensible a su existencia al ofrecerle una réplica del Bosque Prohibido para que se agotara y se recuperara.

Ella entendió la mayor parte de la logística de la habitación. El séptimo año que se lo mostró hizo una mención explícita de que tendría que ser específica al solicitar espacio. Sin embargo, con el tiempo se había hecho evidente que cualquier entidad o conciencia que controlaba la habitación se había vuelto algo familiar para ella. Ahora parecía que todo lo que necesitaba era una vaga noción de para qué lo necesitaba y le proporcionaría el resto. Había sido útil la mayoría de las veces, y esperaba que sirviera a ese propósito hoy. No estaba segura de si alguien podría encontrar la habitación cuando ella estaba dentro, pero había mantenido a Andrómeda y Narcissa lejos de ella lo suficiente como para sentirse segura yendo a ella ahora. En todo caso, la amonestarían más tarde cuando reapareciera. Una preocupación para después.