Mi semana trascurrió sin problemas y con pocos cambios,entre las clases de la universidad y las prácticas de la rutina de baile, el regresar a casa y comer con mamá, ya que mi papá tiene mucho trabajo y no lo pude ver durante estos días.
No puedo quejarme, mi relación con mamá es buena, con ella siempre logro platicar de todo y sobre cualquier tema sin importar lo complejo del tema en cuestión, una vez en la escuela hablaron sobre los anticonceptivos y mamá me llevo a mi primera consulta con la ginecóloga para que me informe de todo los anticonceptivos, aun así siempre termino recurriendo a mi papá por su punto de vista mas critico y menos clínico.
Mamá es pediatra y muy buena, hay días que no importando la hora atiende a sus pacientes, pues para ella los niños son muy importantes, y mi Papá es un feroz Abogado, así es como la gente lo describe, pero la versión correcta solo la conocemos mamá y yo. El es un dulce, cariñoso y protector con sus tesoros como el nos dice.
Cuando llego al viernes yo realmente me encuentro con muy pocos ánimos para salir, así que me acurrucó junto a mi gran oso y me acuesto en la cama.
Mí celular suena y me giro en la cama para alcanzarlo y responder.
— Moni, no insistas mas, no tengo ánimos de salir —le respondo a mi prima, ya que desde en la tarde me estuvo hostigando con mensajes
— Mel, por favor, ¡sólo un rato!
—No, Moni de verdad no tengo animo, hoy solo quiero quedarme en casa, además estoy esperando a mi papá.
—Mel, tu sabes que si no salgo acompañada, mis celadores (padres) no me dejan ir, y menos sola con Dante.
—Y por que no le pides a Deb que te acompañe.
—No puedo, sabes estoy muy molesta con ella, esta mañana le comente de mis planes para salir con Dante y sus amigos, y ella solo respondió que no piensa ser mas mi acompañante.
— La verdad eso es algo raro en Deb y ¿quien se supone que saldrá con ustedes esta noche? —pregunto sabiendo parte de esa respuesta, y motivo mas para no salir.
—No lo se bien, por lo que me contó Dante, Carló tiene una fiesta familiar pero una vez que pueda el nos alcanza y Sebastian tenia planes ya. Hací que no te puedes negar tu también. —solo al escuchar de él me pongo nerviosa.
—De verdad que lo siento, pero quiero esperar a mi papá, necesito verlo y hablar con el.
—Solo dos horas por favor, Mel !por favooor! — odio cuando mi prima me pide las cosas de esa manera. Pues no se negarme.
— Ok solo dos horas y me regreso a casa.
— Gracias, en 20 min. pasamos por ti, sabes que te quiero mucho primita.
Me levanto de la cama y me peino el cabello, me pongo unos jeans,una blusa sencilla y unas chanclas. Con este atuendo tal vez no voy tan arreglada, pero no me importa me siento muy cómoda. Moni y Dante llegan exactamente 20 minutos después, el problema es que vienen muy acicalados y yo simplemente voy cómoda.