2 - Ariana

6 1 0
                                    

Me despierto al oler a tortitas recién hechas, lo que me provoca una sonrisa. En este momento me siento como en el paraíso, el sol de la mañana entrando por la ventana y calentando ligeramente mi cuerpo, las sabanas blancas sobre mi cuerpo y Travis, alias el "rey de las tortitas", preparándome el desayuno. Él sabe que es mi desayuno favorito. Me levanto de un salto e impaciente. Lo veo en mi cocina con un pijama de Avengers, anoche estaba tan cansada que ni me había fijado, "pero que mono esta...", pienso. Comienzo a reírme y entro, me apoyo en la pared mientras lo miro fijamente. Está poniendo una tortita sobre otra en un plato a la vez que echa la masa en la sartén para seguir haciendo más.

—¿Preparándome el desayuno, Zorman?— bromeó llamándolo por su apellido con una sonrisa en los labios. Veo como resopla de bromas para los segundos asentir sin mirarme pero con otra pequeña sonrisa.

—Los amigos ¿hacen esto, no, Scott?— me pregunta con un tono divertido. Levanta la vista y me mira con esa estúpida sonrisa que sabe que tanto me gusta.

—Efectivamente— murmuró apoyada en el marco de la puerta.


Entro a la cocina y comienzo a coger los vasos para servirnos el café, veo como me mira sobre el hombre y sonríe maliciosamente. Los llevo a la mesa mientras tarareo aquella canción de anoche que no dejaba de sonar en el club inferno. Vuelvo a la cocina y observo como casi ya ha terminado de prepararlas, genial, me muero de hambre.

—¿Puedo coger los cubiertos?— murmuro fijando mi vista en el cajón que esta justamente delante de su cuerpo.

Lo miro y él aleja su cuerpo levemente de donde estaba para que pueda abrir. Deslizó mi mano y rozo su cuerpo, no puedo obviar que acaba de recorrerme una chispa por todo el brazo y tampoco puedo ignorar que Travis ha reaccionado casi del mismo modo. Lo miro y de un movimiento rápido suelta la salten y me sube en la encimera. Sus labios se dirigen hacia los míos y con una de sus manos me empuja desde mi cintura hasta él. Lo miro con la respiración entrecortada y sus labios vuelven a rozar los míos. Cada vez comienzo a sentir aún más como se excita y no puedo negar que yo también lo estoy. Introduce su mano por mi pantalón apartándolo hacia un lado para hacérmelo aquí mismo. Mi respiración termina por descontrolarse y la suya también, sus ojos se encuentran con los míos y me besa.

—Buenos días— murmura a la vez que se cuela dentro de mi.


—Buenos días, Trav— susurro en su oído mientras intento controlar la respiración.


Sus labios recorren mi cuello hasta mi hombro. Su lengua se desliza por mi clavícula y siento como ejerce presión en mi cuello. Un escalofrío recorre mi espalda y no puedo evitar enredar mis manos en su pelo. Cuando dije de venirme a New York como "año sabático/año alejada de esos dos capullo", no entraba en mis planes enrollarme con quien sería mi mejor amigo. Sus ojos se encuentran con los míos y no tarda en fundir sus labios sobre los míos. De repente, un olor a tortitas quemadas comienza a hacerse notar a la misma vez que vez ambos llegamos al mismo tiempo y no podemos evitar reírnos sonoramente.


—Se nos quema el desayuno, Trav—bromeó colocándome la camiseta y bajándome de la encimera.


—Que raro— murmura con una pequeña sonrisa mientras pone los ojos en blanco.


No puedo evitar reírme, es cierto que ya se nos han quemado varías tortitas en estos últimos dos meses. Si. Llevo dos meses enrollándome con él. Travis Zorman, el chico alto y guapo del edificio, mi mejor amigo. Ese chico que tiene suspirando a media manzana, literalmente. Es dos años mayor que yo y trabaja una empresa de marketing y publicidad, más bien para Empire Zorman. Si, esa misma chicos y chicas... la empresa de su padre, el gran David Zorman, esa empresa tan famosa que últimamente se está haciendo con gran parte de las campañas publicitarias de la ciudad.

A.R.E.S- "Amor por error".Donde viven las historias. Descúbrelo ahora