Capítulo 9: Yo soy tu tipo, Myers

10.5K 879 414
                                    

🍷🥀🍷


Holi, díganme holi

aparezco y me desaparezco, disfruten el cap

muak


🍷🥀🍷


CAPÍTULO 9: YO SOY TU TIPO, MYERS

DANIELA WEMBLEY

Suspiro perezosamente cuando escucho como Milo ronronea en mi oído y luego su patita se detiene en mi cara antes de empezar a morder mi cabello, por lo que me levanto lentamente de la cama.

La claridad de la mañana se me muestra más molesta de lo normal y frunzo el ceño sintiendo ganas de vomitar, así que me levanto en medio de un extraño mareo y vómito en el inodoro de una forma aterradora.

Mi estómago duele cuando vomito y mi garganta arde por la fuerza de las arcadas, mientras me sostengo del frío inodoro y no entiendo que pasa hasta que me doy cuenta que no miro bien y que todo a mi alrededor se mira como chispitas extrañas.

Grito asustada, y puedo escuchar a Jean gritar mi nombre de vuelta antes de que sus pasos me confirmen que corre hacia mí.

La puerta se abre de par en par y entonces siento sus manos sostener mi cabello.

—¿Qué pasa? ¿Le duele algo? ─cuestiona en medio de la angustia y solo puedo asentir.

Otra arcada me ataca antes de decir algo más y vuelvo a vomitar con una fuerza casi violenta. Una de sus manos no deja de sostener mi cabello mientras con una mano acaricia mi espalda.

—Llévame al hospital. —pido. ─Por... favor.

—¿Pero qué tiene? ─cuestiona mientras me ayuda a levantarme y tira algo de agua helada en mi rostro.

Pero cuando me suelta siento mis piernas débiles y creo que podría caer por lo que me aferro a él como si mi vida estuviera en sus manos. Tal vez lo está. En medio del miedo en mi garganta se forma un nudo doloroso y sollozo. —No miro, Jean. No... no puedo ver, todo está borroso.

—¡Daniela!

Entonces Jean cepilla mis dientes de forma rápida, me ayuda a ponerme unos zapatos y me lleva en brazos hacia la camioneta porque en cuestión de minutos mis piernas se sienten entumecidas.

Cuando llegamos a la clínica donde hago mis chequeos habituales, mi doctor no se encuentra y toca esperar unos minutos para que nos atiendan, mientras tanto Jean no suelta mi mano.

Tengo tanto miedo de no poder ver ni caminar que trago con dificultad y él se da cuenta.

—¿Quiere que llame a su mamá? ─cuestiona. ─Sé que no nos agrada la señora, pero... Nunca le había pasado esto.

Asiento, y aunque no puedo verlo, sé que está preocupado, lo puedo percibir en su tono de voz y en que esté pregunta si debe llamar a mi madre es la prueba de cree que me puedo morir en cualquier momento.

Mi cuerpo tiene una especie de espasmo que me provoca cerrar con fuerza mis manos en puños y quejarme de forma débil.

No entiendo que pasa.

He estado administrando mi dosis de insulina.

No he estado comiendo bien, pero tampoco mal... A excepción de la pizza completa que me comí ayer.

Beso sabor a tequila [1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora