Beso sabor a tequila [1]

Capítulo 1: Todo por un beso

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HOLA, DÍGANME HOLA AMORES DE MI VIDA

Aquí con el primer capítulo de beso sabor a tequila, en donde podrán ver algunas diferencias, espero que esta versión les guste mucho.

Si eres nueva, nuevo o nueve (9, PERDÓN ME DIO RISA, NO ME FUNEN), deja una N aquí, si eres Releyendo una R.

Me ayudarían mucho votando y comentando porque al editar creo que los comentarios se borran :')

Sin mucho más que decir, disfruten del comienzo de todo

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CAPÍTULO 1: TODO POR UN BESO

DANIELA WEMBLEY

PASADO

Siempre quise vivir un amor prohibido.

Supongo era la necesidad de vivir al límite, de sentir la adrenalina que ese romance prohibido podría darle a mi cuerpo porque de alguna forma, siempre buscaba vivir ese tipo de sensaciones solo para recordarme que seguía viva.

Antes solía olvidarlo.

Así que todo empezó un domingo por la noche en Scarleth Bar and Grill.

¿Quién salía de fiesta un domingo sabiendo que el lunes tendría clase a las 7 de la mañana? Yo, me presento, fui la irresponsable que decidió ese día salir a tomar y a divertirse, pero juro, que solo esos eran mis planes, no tenía ni idea de lo que la noche me tendría preparado.

No llegué al bar buscando algo más y aún así, después de casi dos horas, logré sentir mi cuerpo completamente caliente, estaba sudando por todo baile descarado y candente que había tenido con un grupo de chicas de fin de año, y a quienes probablemente, en otro momento, hubiera buscado ligarme.

Me encantaba bailarle a las mujeres, era personalmente, tan atrapante, atractivo y mil veces más cómodo que hacerlo con hombres.

Sin embargo, tuve que alejarme de ellas antes de que se me ocurriera seguirle el tonteo a la hermosa chica rubia, quien me estaba dando miradas desde que me uní a bailar, pero quien en ese momento, no despertó mucho en mí.

Ese día quería ser una chica buena.

Entonces salí de la pista riendo y caminando entre las personas quienes me saludaban o simplemente bailaban, hasta que logré llegar a la enorme barra de licores.

Josh, el chico de los tragos, me sonrió con amabilidad y pedí otro trago de tequila, el tercero de la noche, y mientras esperaba a que me lo sirvieran revisé mi celular porque ese estaba colapsado de notificaciones y vibraba con cada mensaje en el bolsillo trasero de mi short negro. Rodé los ojos al ver el mensaje de Jean, pero me decidí por escribirle rápidamente que volvería al departamento en minutos para que no enloqueciera.

Segundos después tomé el trago que Josh me entregó y este quemó mi garganta, así que usando la lógica, tomé un limón y el sabor ácido invadió mi paladar.

En ese momento alcé la vista para observar a las personas a mi alrededor.

La mayoría eran de la universidad a la que asistía y algunos eran totalmente desconocidos. Los de tercer año de arquitectura habían armado esa fiesta en el nuevo local de Scarleth Bar and Grill e invitaron a varios de diferentes carreras para darle una despedida digna a nuestras vacaciones.